En tiempos de las cruzadas, la ciudad de Acre, situada cerca de la bahía de Haifa, en la costa de Israel, fue una de las últimas posesiones cristianas en Tierra Santa. Los caballeros templarios lucharon hasta el final y consiguieron rechazar varios ataques de las fuerzas mamelucas hasta que Acre acabó siendo capturada por los musulmanes en mayo de 1291. Los cristianos adinerados abandonaron precipitadamente la ciudad, pagando a los habitantes que poseían embarcaciones para que los transportaran lejos de la costa, donde estaban fondeados los grandes veleros. Algunas naves cargadas de riquezas se hundieron durante la precipitada y caótica huida. Un barco hundido, recientemente descubierto por un equipo arqueológico israelí en la bahía de Haifa, podría estar relacionado con la Caída de Acre, un evento que marcó el fin de las cruzadas, según reveló en marzo Haaretz en su edición digital.
El barco hundido de los cruzados conserva algunos restos del casco, de la quilla y de los tablones, e incluso clavos de hierro y anclas. Pero más importante ha sido el hallazgo de restos cerámicos y monedas de oro que han permitido fechar el naufragio en la segunda mitad del siglo XIII. Los fragmentos cerámicos, algunos vidriados, proceden de diferentes puntos del Mediterráneo: Chipre, Siria, Turquía,, Grecia e Italia. El tesoro, excavado hace años por la Autoridad de Antigüedades de Israel, está formado por 30 florines que fueron acuñados entre 1252 y 1380, y casi con toda probabilidad ninguna es posterior a 1303. En el anverso muestran la leyenda “Florentia” junto a una flor de lis, el símbolo de Florencia. Y en el reverso aparece Juan el Bautista, el patrón de la ciudad.
En tiempos de las cruzadas, la ciudad de Acre, situada cerca de la bahía de Haifa, en la costa de Israel, fue una de las últimas posesiones cristianas en Tierra Santa. Los caballeros templarios lucharon hasta el final y consiguieron rechazar varios ataques de las fuerzas mamelucas hasta que Acre acabó siendo capturada por los musulmanes en mayo de 1291. Los cristianos adinerados abandonaron precipitadamente la ciudad, pagando a los habitantes que poseían embarcaciones para que los transportaran lejos de la costa, donde estaban fondeados los grandes veleros. Algunas naves cargadas de riquezas se hundieron durante la precipitada y caótica huida. Un barco hundido, recientemente descubierto por un equipo arqueológico israelí en la bahía de Haifa, podría estar relacionado con la Caída de Acre, un evento que marcó el fin de las cruzadas, según reveló en marzo Haaretz en su edición digital.
El barco hundido de los cruzados conserva algunos restos del casco, de la quilla y de los tablones, e incluso clavos de hierro y anclas. Pero más importante ha sido el hallazgo de restos cerámicos y monedas de oro que han permitido fechar el naufragio en la segunda mitad del siglo XIII. Los fragmentos cerámicos, algunos vidriados, proceden de diferentes puntos del Mediterráneo: Chipre, Siria, Turquía,, Grecia e Italia. El tesoro, excavado hace años por la Autoridad de Antigüedades de Israel, está formado por 30 florines que fueron acuñados entre 1252 y 1380, y casi con toda probabilidad ninguna es posterior a 1303. En el anverso muestran la leyenda “Florentia” junto a una flor de lis, el símbolo de Florencia. Y en el reverso aparece Juan el Bautista, el patrón de la ciudad.
Con información de National Geographic.