De camisa celeste, impecable, sin arrugarse, Francisco García Cabeza de Vaca, dice ante los medios, que se seguirá haciendo todo lo necesario, para pacificar a Tamaulipas. Sus palabras se cotizan muy alto, en cuanto a que están respaldadas por las recientes acciones de las fuerzas federales, en el abatimiento de dos objetivos estratégicos, tal y como se maneja en la jerga castrense y de seguridad.
Los hechos se dan, justo en el séptimo mes de su mandato: habrá que ver, como evoluciona, lo que el Gobernador describe como, “un trabajo de investigación de muchos meses”. Mientras tanto CV asegura que continua gestionando ante la federación, más apoyos para el estado. Se sabe que de manera preponderante, ha sido la Secretaría de Marina, la que se ha hecho cargo del tema duro.
El renglón de la inseguridad en el estado, le decía ayer, sigue siendo muy complejo. Sobre todo porque de cara al 2018, cada una de las instituciones militares y policiacas quiere llegar a la elección presidencial, con una imagen, cuyos saldos ciudadanos, sean a favor.
Si esto estuviese pasando, la sociedad tamaulipeca podría salir ganando. Pero aún es muy temprano, para poder aseverar tal cosa.
Por lo pronto, digamos que, el gobierno de García Cabeza de Vaca, acaba de dar un manotazo de autoridad sobre el tablero tamaulipeco. Como cierta vez, lo describió Ricardo Anaya, “Cabeza, es entrón”, y además añadiríamos que le gusta jugar en el filo de la navaja.
Lo importante en este caso, es que, las acciones que se acaban de dar, se reflejen en la pacificación de Tamaulipas, y no que, solo sean motivo, para alborotar todavía más el avispero.
Para concluir, solo una duda: ¿Dónde se decidió lo de estos dos eventos? ¿En Tamaulipas, o en el escritorio de Osorio Chong? Ambos tienen el mismo sello del reciente abatimiento de Pancho Chimal, en la legendaria Badiraguato.
Será también que el gobierno federal está enviando mensajes contundentes a los cárteles mexicanos, ante la era Trump y el 2018..?
Está de pensarse… ¿no cree?
Transporte: ¿Y dónde está Knight Corripio?
A la luz de los hechos, el transporte público en Tamaulipas, sigue de mal en peor. Y es precisamente en Tampico, la tierra familiar del Subsecretario Wiliam Knight Corripio, donde se reportan los peores excesos cometidos por los conductores de coches de ruta, microbuses y autobuses.
Pese a ello la delegación del transporte, presidida por la nueva delegada, Doris Ochoa, no ha encontrado aún la fórmula para meter en cintura a un sector que
sigue pasándose por el arco del triunfo cuanta campaña de capacitación, revistas mecánicas y demás dispositivos de revisión vehicular les ponen enfrente. Los choferes del sur, son… o al menos así parecen, incontrolables.
El reciente paro transportista en la región más poblada de Tamaulipas, pone al descubierto dos preocupantes realidades: por un lado revela de una manera clara y contundente la incapacidad del actual Subsecretario del transporte público en la entidad Wiliam Knight Corripio, mismo que no ha salido a dar la cara.
Knight Corripio se refugia comodinamente en las negociaciones de la Secretaría General de Gobierno, pero ni siquiera se despeina, evidenciando total falta de oficio político.
Y en el otro plano, manda señales de que el dirigente estatal de la CTM en el estado, Edmundo García Román, ha sido rebasado por la realidad social de la entidad. Se sabe que el mencionado dirigente ya no controla ni a sus más cercanos, y que muy pronto podría operarse su relevo.
El alma del movimiento choferil que paralizó a toda la zona conurbada, justo en el día del regreso a clases, tiene nombre y apellido: se llama Armando Castillo Benavides y figura como dirigente de la Unión de Concesionarios del sur de Tamaulipas. Este líder del transporte público, cuya edad ronda los sesenta años, de pelo canoso, y hablar pausado, en sus declaraciones ante los medios, proyecta la habilidad y el oficio de su cartera gremial.
En una de sus intervenciones más recientes, Castillo Benavides se jacta de que habrá un aumento: “A mi no me lo crean, aclara, pero en gobierno del estado ya se prepara el alza a las tarifas”. Esta podría ser de dos pesos, tal y como ellos la pidieron, desde el pasado mes de enero.
En cuanto a García Román, ha entrado en una severa crisis.
Primero en esta capital estalla una huelga en una maquiladora, disputándose el botín de las cuotas sindicales. Y ahora, surge el problema de las alzas a las tarifas del transporte público en el sur. El desgaste de la dirigencia cetemista, es evidente, y pide a gritos su relevo.