Escribo por la tarde, con un abanico metálico a mi costado, para ganarle la batalla a los zancudos. Atrás de mí, tengo un librero, con obras que he leído y otras sin leer, que hacen fila en los estantes. Frente a mí, cuelgan algunos modestos reconocimientos, otorgados por los mismos periodistas y por los lectores.
No son muchos y generalmente, todos los que nos dedicamos a esta actividad desde hace años, tenemos uno que otro diploma. Los médicos los tienen en sus consultorios. Yo los tengo aquí, en mi pequeño cuarto donde redacto diariamente mi colaboración.
Recuerdo que mi madre, amaba sus macetas. Cada una de sus flores y de sus aromas, formaban parte de su existencia. En mi caso, quiero mis pequeños premios, porque representan una especie de credenciales y exámenes exitosos que me ha otorgado el tiempo. Me parece que esta es la parte más genuina de lo que significa un trabajo dedicado al periodismo político, una actividad estrechamente relacionada con la vida partidaria, el ejercicio del poder público y sus instituciones.
Puedo seguir profundizando sobre el trabajo de ser columnista, de sus relaciones y de sus reglas del juego, de todo lo que usted guste y mande preguntarme, en su calidad de lector, pero me parece que, por respeto a quienes me brindan este espacio, prefiero hacerlo en un foro más informal, más ciudadano.
Por ahora, para quienes nos ignoran, les aseguro que sí existimos, y como prueba, les dejo la descripción que Wikipedia hace de nosotros. Nos define de la siguiente manera:
“Un columnista, es un periodista que escribe una columna, en un medio de comunicación escrito, diarios o revistas, convencionales o digitales a través de internet. En la columna expresa su opinión o punto de vista, sobre una noticia de actualidad, o sobre la situación general del ámbito político, económico, deportivo, etcétera”.
“El columnista se basa en su experiencia y conocimientos de un ámbito determinado, para analizarlo, y desarrollar un comentario subjetivo, respecto al mismo. Generalmente, los columnistas se especializan en una materia determinada, expresando así su opinión, sobre asuntos políticos, internacionales, deportivos, culturales o sociales, en función de sus conocimientos”.
“Para desarrollar su actividad, el columnista recaba información, de muy diversas formas: realiza entrevistas, establece contactos con fuentes acreditadas, o se apersona en los lugares donde se desarrollan los hechos, tales como convenciones, eventos deportivos, foros, comparecencias parlamentarias o actos sociales. Una vez obtenida la información, la analiza y escoge lo más relevante, como objeto de su columna, desarrollando su argumentación y vertiendo sus opiniones, de acuerdo a los hechos presentados”.
“Con la periodicidad contratada, que puede ser diaria, semanal, quincenal, mensual etcétera, da forma a su colaboración. Escribe el texto en el formato y extensión acordadas con la redacción, y la envía al medio de comunicación, para su aprobación, antes de su publicación”.
“A menudo, los columnistas son un referente dentro de la publicación, con los cuales los lectores identifican la línea ideológica, o pensamiento de la misma. Las nuevas tecnologías, han difuminado enormemente esta figura del periodismo, en especial, tras la aparición de los blogs”.
Acerca de este último párrafo, sólo les puedo decir que, los columnistas no nos hemos difuminado, pues sólo se desvanece la bruma o lo intangible. Es cierto que, con las nuevas tecnologías, como sucedió con la revolución industrial en Inglaterra, habrá muchos desempleados. Pero los que hemos cincelado la palabra, a través de nuestra existencia, primero Dios, aquí estaremos.
La uat: ¿Esther Reyna la “Karen Carpenter” tamaulipeca..?
La Universidad Autónoma de Tamaulipas, acaba de hacer acto de presencia en el escenario internacional de la música metálica. Su destacada embajadora es la estudiante Esther Reyna López, alumna del cuarto semestre de la licenciatura de música, galardonada con el segundo lugar, en el “Drummer Girl Championship 2017”,
(Concurso Latinoaméricano, para Mujeres Bateristas), organizado por los consorcios de este ramo cultural en el mundo.
El rector Etienne acaba de convivir con la comunidad universitaria del sur tamaulipeco, y en dicho marco, felicitó a la destacada baterista, señalando que dicho logro es motivo de orgullo para la UAT, y para toda la comunidad universitaria.
De tal manera que en la UAT pudiese estar gestándose una genial “Karen Carpenter” tamaulipeca, Emanuelle Caplette o la guapa percusionista irlandesa Caroline Corr.
POSDATA.—Ayer domingo, el alcalde Óscar Almaraz, entregó mil 500 lentes con graduación personalizada. Los ciudadanos saben que de la vista nace el amor.




