MÉXICO.- En el año 2015 fallecieron alrededor de 56 millones de personas. 27 millones de esos óbitos fueron registrados con una causa de la muerte. En 2005, solo la tercera parte de las defunciones tenían un motivo conocido y consignado. Son datos del informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales 2017, que acaba de publicar la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un ejemplo: en China, Turquía e Irán se registran con detalle el 90 % de las muertes. En 1999, ese porcentaje era del 5 %.
Estas cifras –siempre referidas a 2015– no son mera contabilidad. El progreso en la recopilación de información en numerosos estados traza un mapa preciso de los indicadores de mortalidad y salud por países y regiones, y esto facilita la gestión de los sistemas sanitarios y la mejora de las condiciones de la vida, dos de los pilares de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el plan de la ONU para construir un mundo más humano en los próximos años.
Así nos morimos
Hay algunos datos para el optimismo. En 2015, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años fue del 43 por mil, y la de neonatos del 19 por mil, lo que supone una caída respecto al año 2000 del 44 y el 37 %, respectivamente.
En el apartado de las enfermedades infecciosas, nos encontramos con 1,1 millones de muertes a causa del VIH, 1,4 por la tuberculosis y 1,3 por la hepatitis.
Las patologías cardiovasculares son el gran aliado global de la Parca: 17,7 millones de víctimas en 2015. El cáncer mató a 8,8 millones de humanos, las dolencias respiratorias crónicas a 3,9, y la diabetes a 1,6.
La cosecha de la violencia
Aunque los medios de comunicación transmitan la imagen de un mundo sangriento y cruel, los actos violentos van disminuyendo. En cualquier caso, continúan siendo una lacra: en 2015 hubo 468.000 asesinatos, y cuatro quintas partes de las víctimas eran hombres. Pero la tasa de homicidios ha caído un 19 % desde el año 2000. Japón y Luxemburgo son los países con índices más bajos de asesinato (0,3 y 0,4 por cada cien mil habitantes); y Venezuela, El Salvador y Honduras los que padecen los más elevados (51,7, 63,2 y 85,7, respectivamente). En España nos quedamos en una tasa de 0,8 casos por cada cien mil personas.
152.000 seres humanos murieron en guerras y conflictos, lo que supone el 0,3 % del total de los óbitos en el mundo. Hay que precisar que el dato no incluye los fallecimientos causados por la desnutrición, la expansión de las enfermedades o el colapso de los servicios sanitarios atribuibles a las guerras.
En cualquier caso, es una cifra significativamente menor que la de suicidios (800.000) y la de víctimas mortales de los accidentes de tráfico: 1,25 millones.
Con información de Muy Interesante.