El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Apareció ya “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, escrita por este columnista y basada en hechos reales, como homenaje a quienes han hecho de su vocación magisterial su razón de vida. En su introducción se lee:
Es la vida de un maestro que entendió la realidad como un mosaico de ideales a partir de la justicia y la solidaridad encontrando en “Rinconada” el escenario perfecto para la creación del hombre libre, ajeno a diferencias y mezquindades, es decir la generación nueva digna de una sociedad superior en su significado humano más profundo.
Contiene también historias de seres que han de seducir por su concepción del mundo casi fantástica. Fantasmas que aparecen y desaparecen entre el polvo de los caminos que tienen como destino la montaña donde habita el hombre-ermitaño portador del misterio que muchos años después seguía aterrorizando los sueños de aquellos que deseaban olvidar.
¿Qué llevó a Ricardo a “Rinconada” pudiendo ejercer su tarea en la comodidad citadina?. Tal vez intentó buscar en las entrañas de su patria el dolor de los marginados que parecen destinados a recibir por siempre los mendrugos de un patrimonio que por razones naturales e históricas originalmente les pertenece.
En este sentido la injusticia cometida contra “Rinconada” y sus habitantes demostró que en México la barbarie del poder persiste como parte de un sistema que en su descomposición se atraganta con sus propios excesos.
El maestro Ricardo se graduó en “Rinconada” como líder social y así transcurre por otras montañas que reclaman su participación y vive, ¡claro que vive!, y hasta es probable que lo hayamos visto durante las recientes movilizaciones por la dignificación del magisterio y en contra del mismo poder que mantiene la represión como
religión exclusiva de su bajeza.
Algunos aseguran que también emergió de la selva profunda de Chiapas para acompañar a sus hermanos indígenas en aquel grito desesperado que un primero de enero sacudió las conciencias de quienes pretendían ignorar la existencia del inframundo de la pobreza y la marginación ancestral.
El maestro Ricardo vive también entre los héroes anónimos que sin esperar recompensas desempeñan con fervor el apostolado magisterial en cualquier parte anteponiendo la educación pública y la justicia social a la perversidad de un sistema entreguista y ajeno al alma nacional. Este columnista dedica su novela con admiración y respeto para la generación 1964-67 de la Benemérita Normal de Tamaulipas de la que forma parte, en recuerdo de una hermandad construida entre sueños desde hace cincuenta años.
¿CON QUÉ OJOS MI ALMA?
Por otra parte el PAN es un partido no siempre ligado a la realidad de México, (“y mucho menos a su historia” diría aquel). Por ello no extraña la propuesta de su líder Ricardo Anaya y sus senadores en cuanto aplicar una segunda vuelta en la elección presidencial. El escribidor opina que ya quisieran completar la primera.
La idea panista es que aquellos candidatos que no obtengan más de la mitad de los votos deben participar de otra elección. Por supuesto nada más los dos con mayoría de sufragios.
En un país políticamente desarrollado la propuesta parecería lógica y hasta obligada, pero no en México donde la democracia sigue siendo la madre de todas las simulaciones.
Para empezar está científicamente comprobado que cualquier gobernante de cualquier nivel resulta electo más o menos con la cuarta parte del padrón respectivo. No olvidéis que la ciudadanía por costumbre o desinterés acude a votar en cincuenta por ciento promedio y sólo la mitad de dicho porcentaje se inclina por el triunfador.
En el remoto y poco probable caso de que la iniciativa fuera aprobada de ninguna manera significaría avance democrático por el contrario, serviría para incrementar y hacer más odiosa la burocracia política. Y es que los partidos irían por más negocio al incrementar sus gastos, en tanto el pobre, perseguido y aterrorizado contribuyente estará en la obligación de seguir manteniendo el nido de vagos (y malvivientes) en que están convertidas las organizaciones políticas. Y ni modo que sea invento.
¿Segunda vuelta en elección presidencial?. Podrá haber hasta diez vueltas y México seguiría siendo ejemplo de corrupción e impunidad…lo que hay que cambiar es la mentalidad de los políticos, pero esos, “ni vueltos a amasar” como diría mi sagrada abue que Dios ha de tener a su diestra como consejera de asuntos difíciles.
SUCEDE QUE
En la clausura de los parquímetros de la capital del estado no falta quien vea intereses políticos. Recordéis que en dicho negocio relacionan a Ricardo Gamundi y a Salomón Rosas aquel que de Tamaulipas hiciera su paraíso cuando fungió como delegado tricolor. ¿Se prestará el SAT?…¿Usted qué cree?.
Y hasta la próxima.




