Hay formas de irse de un gabinete, si no es para ser candidato, sino es para ascender de puesto, si te vas sin un despido oficial formal, si te vas luego de una semana de especulaciones de que ya te renunciaron, pues no hay de otra, la puerta por la que te vas es por la de atrás.
Así es mis queridos boes, la sali da de Gonzalo Alemán Migliolo estaba cantada desde hace más de una semana, solo se retrasó, pero de hecho ya estaba fuera del equipo del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca desde por ahí del 16 ó 17 de junio cuando vino el quiebre con su equipo en la Secretaría de Desarrollo Rural.
La versión más fuerte sobre la caída de Alemán Migliolo era hasta ayer su presunta mala relación a niveles irreconciliables con los subsecretarios del ramo y el resto de los mandos, en especial con quien desde ayer ocupa el despacho de la Secretaría Ariel Longoria.
Haya sido por la causa que fuere, de que se fue, se fue y entonces hay que darle la lectura a la atropellada salida de quien nunca ha dejado de ser priista.
Y es precisamente esta última característica del ahora ex secretario, tal vez uno de los puntos que se tienen que analizar, porque su incorporación al gabinete sin haber renunciado al tricolor, sin haber repudiado a dicho partido y sin el más mínimo intento de acercarse al PAN convertían a Migliolo en el toque incluyente y plural al equipo azul.
¿Será entonces que los compromisos comienzan a terminarse?, puede ser, porque generalmente se dice que en política los compromisos no duran más de un año, podría ser que el de el priista es el despido con el que inicia la sacudida al gabinete de Cabeza de Vaca.
“Para todos mis amigos y amigas productores del campo de Tamaulipas: Les comunico que he dejado de formar parte del Gabinete Legal del Gobierno del Estado de Tamaulipas en el que fui apoyado en todo momento por el Gobernador del Estado Lic. Francisco Javier García Cabeza de Vaca logrando con su apoyo
inversiones para el campo tamaulipeco a través de 15 proyectos estatales con un monto de 175 millones de pesos”, publicó el ex funcionaron en sus redes
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“Con un ánimo constructivo, como lo han demostrado, los invito a seguir trabajando, proponiendo y apoyando a nuestro Gobernador para lograr la transformación del campo para lograr bienestar y paz en nuestra entidad”.
Le reitero, agregó, que en cualquier espacio y en cualquier responsabilidad siempre estaré a sus órdenes y les digo un hasta luego afectuoso reiterando que su amistad para mí es el valor más preciado porque será de carácter permanente.
Una despedida educada, política, pero renuncia prematura al fin, que invita a preguntarse ¿quién le sigue?
¿Serán acaso los más chavos de los organismos descentralizados que no son capaces de tomar decisiones para no equivocarse?, ¿serán los chavos de apellidos aristócratas del sur que cobran más que un diputado federal y se la pasan de ‘caritas’ con las chavas en los eventos de promoción deportiva?.
Solo su jefe sabe a quién le pedirá luego de Alemán Migliolo firmar su carta de renuncia para quedarse con el equipo definitivo del sexenio.
Lo que es un hecho es que por allá de diciembre y enero, es muy probable que el gabinete de manera natural sufra una metamorfosis, porque al menos dos secretarios y tal vez un subsecretario sean enviados al campo de batalla electoral por el nuevo líder político del Estado.
No será entonces un despido, sino la selección de los gallos que Cabeza de Vaca considere puedan refrendar el triunfo que el año pasado él lideró. Podría ser Gerardo Peña, podría ser “El Truco” Verástegui, podría ser Arturo Soto…
Checo Guajardo… ¿es broma?
No lo es, de hecho Sergio Guajardo, delegado de la SEDATU en Tamaulipas en realidad cree lo que dijo en su boletín de prensa a propósito de su destape como aspirante a la dirigencia estatal del PRI: que es el líder que el tricolor necesita, que siempre ha ejercido un liderazgo horizontal, en síntesis que los del PRI claman que los dirija.
La realidad es que Guajardo se reunió con un grupo de unos 100 priistas adheridos a la CNC o lo que queda de esa central campesina, armaron con el apoyo de Tino Sáenz la faramalla de los abrazos y los besos y entonces difundieron que todos lo aman.
Pero propios y extraños saben que el delegado es uno más de los que busca la chamba de la dirigencia estatal tricolor ante la inminente barrida de los delegados federales, lo que le dejaría fuera de las nóminas públicas y eso para un tipo como Guajardo es inadmisible.
El delegado pues, servirá solo de comparsa, de anécdota curiosa, chistosa, junto con la de al menos otros cinco personajes, porque al final lo que acuerden los de San Pedro y los de la CD.MX. se hará, sino para el baile vamos.
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