MÉXICO.- La mayor característica de la vainilla es su aroma, sin embargo sólo el uno por ciento de la población mundial, incluido México, lo conoce, pues la mayoría de productos son elaborados con vainilla artificial.
Así lo señaló la investigadora del Instituto Tecnológico de Tuxtepec (ITTuxtepec) de Oaxaca, Araceli Pérez Silva, quien reveló que, si bien la vainilla natural se obtiene de la orquídea vaina, la sintética de la que están hechos el 99 por ciento de todos los productos se logra con fórmulas poco convencionales.
“Se hace con residuos de madera, de lignina, de guayacol, bueno los japoneses encontraron una técnica de producirlo a partir de la popo de la vaca”, expresó.
En entrevista con Notimex, subrayó que además de sus atributos aromáticos la vainilla natural también debe ser considerada y valorada por sus propiedades funcionales como antioxidantes, antimicrobianos, antimicóticos y anticancerígenos.
“Estamos acostumbrados a la vainilla sintética, pero el aroma de la natural es complejo, sofisticado, es un aroma que además de darnos un placer emocional nos hace bien, nos produce buenos resultados porque tiene capacidades buenas para la salud”.
Enfatizó que los altos costos de la vainilla natural y la producción a gran escala de la sintética se debe a la pérdida de bosques y zonas tropicales que producen la orquídea de la vaina, la cual se encuentra principalmente en estados de México como Veracruz, Puebla y Oaxaca.
“La vainilla es un producto que fue domesticado en México, fuimos el primer productor a nivel mundial, México fue el país que dio a conocerla al mundo, es más, durante 300 años fuimos el único productor de vainilla”.
“Pero ahora la diversidad genética de flora y fauna de los bosques y selvas no se ha cuidado, ahí está la deforestación y los monocultivos que han hecho que se pierdan algunas especies particularmente de vainilla”, lamentó.
La integrante de la Red Vainilla indicó que la comunidad científica en México ha vuelto la mirada a la vainilla a fin de empoderar a los productores para que hagan de ella un producto sustentable en lo social, económico y en el ambiente.
“Sería catastrófico que se perdieran los bosques, ya no tendríamos vainilla natural, todo sería sintético, perderíamos la oportunidad de fortalecer el cultivo, además de alterar el equilibro de sustentabilidad y el equilibrio ambiental”.
“Debemos de consumir y de promover el consumo de la vainilla natural, pero si no hay, dónde la compramos, por eso el interés de qué se aumente la producción, que se rescate a un cultivo que está en serios problemas”, recalcó.