La tarde espléndida, las nubes acorazadas en la torre de la iglesia
Y el va y ven de las muchachas
Que con sus chavos bambolean
El Nereydas que está para quedarse en mi corazón.
Las muchachas de Tampico tienen
Buen colote, mueven muy bien el bote al compás del danzón.
La música sigue con un Amorcito
Tropical al ritmo de una flauta dulce y el tintineo sordo de las maracas en la plaza Tampico en azul de pestañas al sol del atardecer.
Mira que bien suena la música
De rumba y el cas cad del tambor
Al suelo del baterista.
La boca del cantante se traga el micrófono con Si Juárez no hubiera muerto ahorita lo bailaría.
Esto es color de una ciudad que
Moja sus pies en río Pánuco
Empujado por el Támesis.
Tarde color porque las mujeres se pintan solas en la plaza y los hombres de pechuga peluda
Mueven sus instintos.
Es un deleite? La balada tropical
Y guapechods en
Las mangas anchas y holgadas
De la joven que coquetea con sus versos de vuelan
«Las gaviotas con su canto…»
En el raspar del güiro
Que busca en la falda de la chica
De nalgas desafiantes el humor
Y el saber de ya tarde.
Es un bullicio de lis arcanos del Puerto de Tampico, tierra mía que
Viene del mar con los desnudos
De Rubens, amorosos, coquetos,
Que están en mis ojos de amor.
Tarde del Bongoro que no si…
El bongoro, mujeres de Tampico. Algas húmedas de flautas y la trompeta de la orquesta y su órgano de chinchos
Que sacuden a las palmeras.
A la par con las campanas de esta tarde en Tampico. Llena de música enmarcada de mar y de amar.
En el secreto del danzón
Tras bambalinas de nubes azules que están
colgadas a la música y danzones.




