MÉXICO. Un equipo de investigación liderado por Paul Allen, cofundador de Microsoft junto a Bill Gates, encontró un barco de guerra estadounidense hundido hace 72 años. Se trata del acorazado USS Indianapolis, que había sido torpedeado por un submarino japonés dos semanas antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La embarcación de la Marina estadounidense fue hallada en el mar de Filipinas, a 5.500 metros de profundidad.
El acorazado, que tenía una tripulación de 1.196 hombres, zozobró y se hundió en 12 minutos en la noche del 29 al 30 de julio de 1945. Fue torpedeado tras realizar una misión secreta: trasladar al Pacífico elementos de la bomba atómica que pocos días después sembraría la muerte y el horror en Hiroshima, Japón.
Unos 800 hombres, muchos de ellos sin chalecos salvavidas, se mantuvieron en botes auxiliares en un mar infestado de tiburones durante cerca de cinco días. Cuando llegó la ayuda, solo quedaban 316 sobrevivientes, 22 de los cuales siguen hoy con vida, según la Armada estadounidense.
El hundimiento del USS Indianapolis sigue siendo la mayor pérdida de la Armada de Estados Unidos en altamar. El destino de sus tripulantes es una de las historias más horribles de la guerra en el Pacífico.
Desde hace años numerosos libros y películas han relatado el desastre del barco y su papel al llevar componentes clave de la bomba atómica conocida como “Little Boy” a la isla de Tinian, de donde despegó el Enola Gay para bombardear Hiroshima en agosto de 1945.
El Indianapolis, con 1.996 marinos y marines a bordo, navegaba el Mar de Filipinas entre Guam y el Golfo Leyte cuando un submarino japonés lo torpedeó justo después de la medianoche el 30 de julio de 1945.
No hubo tiempo de mandar señal de alerta y pasaron cuatro días hasta que un bombardero que hacía un recorrido de rutina avistó a los sobrevivientes en el agua. Para cuando llegaron los socorristas, una combinación de insolación, deshidratación, ahogamiento y constantes ataques de tiburones habían reducido a una cuarta parte la tripulación original.
La Armada de los Estados Unidos informó que el equipo expedicionario a bordo del R/V Petrel estuvo integrado por 13 personas y que cumplió con la ley en lo que respecta a que el buque no debe tocarse. Dado que el barco sigue siendo propiedad militar, su ubicación es confidencial y está restringida, agregó la Marina.
Con informacion de Clarín.