18 abril, 2025

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San Antonio… un hotel con sazón cubano

A mediados del siglo pasado El Hotel San Antonio, ganó prestigio por su deliciosa comida internacional y los bailes que convertían el lugar en uno de los principales centros de atracción de la ciudad

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El edificio emblemático que albergaba al famoso Hotel San Antonio, actualmente se encuentra en el abandono, pero en la segunda mitad del siglo XX fue uno de los más importantes y reconocidos a nivel nacional e internacional, sobre todo por su excelente gastronomía.

Y es que siendo su propietario, Antonio Martínez Rodríguez, un destacado chef internacional originario de Cuba, trajo a la capital una cocina sin igual e implementó por primera vez en la ciudad la modalidad de bufete, lo que rápidamente lo colocó entre los más recomendados en las guías de turismo.

Retomando un poco de la historia turística de la ciudad, tal pareciera que el terreno donde se ubicaba el hotel San Antonio, sobre la calle ocho, estaba destinado al servicio del turismo nacional e internacional, pues en la década de los años cuarenta, el señor Ernesto Martínez Gómez, creó ahí el Campo de Turismo Victoria.

“Con motivo de la inauguración de la carretera México-Laredo en la década de los treinta, ésta vía se convirtió en un detonante económico muy singular para Victoria y la región, porque después de la Segunda Guerra Mundial se incrementó mucho el turismo, bajo este contexto empiezan a surgir en Victoria muchos comercios, restaurantes, hoteles, taquerías, guías de turistas, gasolineras, que estaban ubicados estratégicamente en ésta carretera”, así lo señala
Francisco Ramos Aguirre, el cronista de Victoria.

Al Campo de Turismo Victoria llegaban caravanas de autos de Estados Unidos y Canadá con campers acondicionados para dormir, albergando a turistas nacionales e internacionales, ya que la carretera México-Laredo era la principal vía de transporte hacía la Ciudad de México.

Sin embargo, la inauguración de la carretera 57 dejó fuera a Victoria como paso obligado de viajeros y provocó que decreciera drásticamente el turismo en la ciudad, por lo que el Campo de Turismo Victoria deja de funcionar a principios de la década de los cincuenta.

Pero Antonio Martínez Rodríguez, siendo un visionario empresario, vio en éste terreno la oportunidad de construir un negocio próspero y al presentársele la fortuna de ganar el premio mayor de la lotería, no dudo en comprarle el lugar a don Ernesto Martínez Gómez.

“Antonio Martínez llega a Victoria a finales de la década de los cuarenta, era un chef importante que estuvo laborando como cocinero en el Hotel Hilton en La Habana, se establece aquí y contrae matrimonio con Angelina Torres, originaria de la capital tamaulipeca y por azares de la suerte obtiene el premio mayor y
logra concretar esa operación financiera, compra el espacio donde estaba ese modesto Campo de Turismo Victoria”,

Martínez Rodríguez remodeló el inmueble para convertir con el paso del tiempo al Hotel San Antonio en uno de los principales de la localidad.

Se tiene documentado que en 1956 en el Hotel San Antonio se hospedaron algunos activistas de la Revolución Cubana e incluso, aunque no está confirmado, se llegó a decir que el mismo Fidel Castro se hospedó en este importante edificio turístico.

“Una de sus características era la buena comida, porque él era un chef internacional de mucho prestigio y puso en práctica aquí sus conocimientos, de tal manera que muchas familias victorenses acudían a su restaurante y llega a poner en práctica la modalidad del bufete”, mencionó.

Otra de las características del lugar fueron los bailes hawaianos que ahí organizaba el Club Blanco y Negro, los cuales eran un encuentro social dedicado a la diversión y entretenimiento, enfocado a la clase media y alta.

Como parte de su arquitectura se construyó una gran alberca, que se convirtió en el lugar favorito de los victorenses para mitigar las altas temperaturas típicas de la región.

“Se reunían a sesionar clubes como Sembradores de la Amistad, se organizaron grandes banquetes, reuniones de políticos, cenas o almuerzos para Jefes de Estado. Fue un hotel de los más importantes y famosos en el noreste mexicano porque incluso aparecía en la guía de hoteles de la República Mexicana como el mejor de la ciudad, junto con Sierra Gorda. Luego se abrió un gran salón llamado Copacavana, que fue el último en dejar de funcionar”, relató.

El hotel tuvo dos grandes remodelaciones a cargo del arquitecto José María Zárate y cerró sus puertas en la década de los noventas.

Antonio Martínez Rodríguez tuvo tres hijos, Antonio, Víctor Manuel y María Guadalupe Martínez Torres. Y murió el 3 julio de 2005 a la edad de 100 años.

EL DATO:

Se tiene documentado que en 1956 en el Hotel San Antonio se hospedaron activistas de la Revolución Cubana e incluso, aunque no está confirmado, se llegó a decir que el mismo Fidel Castro se hospedó en este importante edificio turístico.

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