CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El fracaso para designar por ‘unidad’ un candidato desde el CEN, obligó al Partido Revolucionario Institucional a elegir a puertas cerradas al Presidente sustituto a través del voto de 576 Consejeros.
Los candidatos Óscar Luebbert Gutiérrez y Sergio Guajardo Maldonado, enfrentados desde hace semanas en una guerra de declaraciones, saldrán a las urnas poco después de las doce del mediodía y si bien hay 576 Consejeros en lista, se estima la asistencia de 430 miembros al Consejo Político Estatal.
El registro de los priístas iniciará a las 10 de la mañana y dos horas después iniciará la instalación del Consejo y el inicio de la fase electiva y sólo tendrán acceso los Consejeros Políticos.
Cada aspirante, dará un mensaje antes de iniciar el proceso de votación.
La militancia del partido, los seguidores de los candidatos, deberán esperar hasta que se haya declarado al nuevo Presidente del PRI en Tamaulipas.
El proceso de elección, llega después de dos semanas en las que se buscó un consenso entre los aspirantes para poder tener un candidato de unidad, misión en la que fracasó el enviado nacional para el proceso interno José Murat.
Durante la última reunión privada que los aspirantes del PRI sostuvieron con Murat, nadie cedió a la propuesta de uno de los operadores del PRI a nivel nacional que más presiones usa para lograr los objetivos.
De acuerdo a la información recabada por los propios aspirantes y confirmada por sus equipos, en la última reunión del miércoles 23, Murat pidió a Óscar Luebbert, Sergio Guajardo y Alejandro Guevara, en ese momento aspirantes los tres, a que se pusieran de acuerdo ellos para elegir un candidato de unidad de lo contrario, al día siguiente designaría a uno.
Nadie quiso ceder, pero hubo la recomendación a Murat de que nadie interviniera para designar un Presidente del PRI en Tamaulipas, en especial, después de haberlos abandonado durante un año después de la derrota del 2016.
Los tres aspirantes coincidieron en que sólo los priistas en Tamaulipas decidirán quién sería el Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI de tal suerte que se decidió llegar a elección.
En fuentes del Comité Directivo Estatal del PRI, se confirmó que dos de los filtros por los cuales fracasaron seis de los aspirantes del PRI, fue porque no pudieron acreditar las firmas de apoyo ni el pago de las cuotas al partido que alcanzaría los 50 mil pesos.
A esta reunión está programada la llegada de los diputados federales como Édgar Melhem Salinas, Baltazar Hinojosa Ochoa, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, Yahleel Abdala Carmona, Monserrat Arcos, Miguel González Salum, el senador Manuel Cavazos Lerma.
El diputado Pedro Luis Coronado y quien apoya a Óscar Luebbert, no había confirmado su asistencia debido a que tendrá un viaje de diversión al estado de Zacatecas, lo mismo que el alcalde de matamoros Jesús de la Garza Díaz del Guante quien también había declarado el apoyo a Luebbert.
En las últimas horas se intensificaron las muestras de apoyo para Sergio Guajardo y el propio Luebbert.
Hubo también una ‘guerra’ de mensajes a través de las redes sociales.
Guerra de lodo
La contienda por la dirigencia comenzó formalmente con el intento de registro de nueve aspirante. Pero tras revisar todos los requisitos, fueron declarados improcedentes las solicitudes presentadas por Emiliano Cruz Mireles, Roberto González Barba, Enrique Terán Narváez, Juan Alonso Camarillo, Luis Enrique Arreola Vidal y Miguel Manzur Nader.
Desde hace algunos días, los dos candidatos que hoy llegan a la cita con posibilidades se enfrascaron en una lucha de acusaciones.
Este lunes, el equipo de Sergio Guajardo acusó a Óscar Luebbert de manipular las firmas que presentó como muestras de apoyo.
“Los números que nosotros traemos es que Óscar Luebbert no llegó ni a 140 firmas; sí presentó muchas pero duplicadas y extraoficialmente la información que tenemos es que no llegó ni a 140 firmas, por eso queremos que ellos -el órgano auxiliar- lo aclaren”, expresó Eugenio Benavides, representante de Guajardo.
Antes, Luebbert había denunciado que hay un proceso de intimidaciones y coacción del voto contra los Consejeros estatales, lo cual obligó a su equipo y representante a preparar una queja ante el mismo órgano auxiliar.
“Creo que hay que desterrar este tipo de acciones y sobre todo si, este es un primer proceso de muchos más que vienen, tenemos que desterrar la intimidación, la coacción del voto, la compra”.