Se veía venir, la unidad que tanto pregonaban en el PRI de Tamaulipas hasta antes de la elección de Sergio Guajardo como su dirigente estatal era sólo un discurso hueco, hoy la cabeza de los perdedores de nombre Óscar Luebbert Gutiérrez exige, amaga, lloriquea y sobre todo pone aún más en riesgo la operatividad del tricolor de cara al proceso del 2018.
Así es mis queridos boes, el berrinche de Luebbert lo revela como inmaduro, frustrado y mal perdedor, porque si bien los que le ganaron no podrían asegurar que lo hicieron sin ‘trompear’, tampoco a él se le creería que estaba jugando como el gran demócrata que tampoco ha sido.
Es decir, la elección del sábado en Victoria fue entre dos facciones del PRI que jugaron al estilo priista, eso lo explica todo, pero si quieren más descripción pues agréguenle: compra de votos, presiones, promesas, negociaciones a futuro y demás.
Por eso se me hace que el pataleo de Luebbert, al que por cierto parecen haber dejado solo los que le andaban azuzando, no tiene razón, porque fue una elección sin réferi, sin reglas, donde las patadas y los golpes bajos se dieron de ambos lados, solo que a unos les dio resultados y el otro se topó con pared.
Hoy se queja de que el consejo estatal del PRI no es representativo, que porque la gran mayoría son de Victoria y que Reynosa representa más votos pero ¿qué no lo sabía cuando se metió a competir con las bases de la misma convocatoria que el que ganó?
Porque a todos los que aspiraban les entregaron una hoja por consejero donde se especificaban datos personales y era muy sencillo ubicarlos.
Y más ¿no decía Luebbert que tenía ya antes de la elección el voto de más de 300 consejeros, lo que significaba que había convencido hasta a los de Victoria?.
La exigencia del ex alcalde de Reynosa hoy es que se le incluya en el reparto de posiciones del comité estatal, es decir quiere que Guajardo le comparta el poder.
Tal vez Luebbert está en su papel, la frustración de no ganar luego de que le hicieron creer que lo haría de calle lo debe tener furibundo, tiene seguramente derecho a presionar a su partido para obtener posiciones, tiene derecho a buscar que lo arreglen pues.
Pero el pataleo mediático y en las redes sociales de Luebbert deja muy mal parado al PRI de Tamaulipas, porque ahora parece estar peor que antes, porque hasta antes del sábado todos se lamentaban de la derrota, pero lo hacían juntos, hoy lo que se ve es qué hay una muy seria amenaza de ruptura y eso con un tricolor tan débil puede ser mortal.
Lo peor es que las amenazas de Luebbert dejan peor parado a Sergio Guajardo, el dirigente (líder es otra cosa), porque si antes se le señalaba de gris burócrata, enviado de Egidio Torre, impuesto y demás, ahora se le nota zacatón o complaciente ante las habladas de su adversario derrotado el sábado.
Guajardo se ve con falta de capacidad para el diálogo y la negociación, porque cuatro días después de que lo eligieron por mayoría, no ha sido capaz de
bajarle la intensidad al fuego que le lanza con mayor fuerza cada día el también ex senador.
Lo decía en otra colaboración, Checo Guajardo parece ser de esa especie de políticos del PRI de frases hechas, de frases genéricas, de los que disfrazan los problemas y sonríen aunque les esté doliendo gacho por dentro, parece un político de los del más viejo PRI que piensan que un nombramiento los hace líderes y lo que a él lo hicieron el sábado solo fue dirigente, un dirigente que hasta ayer parecía no haber encontrado la brújula, mientras ya tiene un conato de motín abordo.
Lo peor para el PRI de Guajardo y de Luebbert, es que no hay en medio de ellos un interlocutor que logre sentarlos, que tenga la suficiente fuerza moral y altura jerárquica como para obligarlos a dirimir sus diferencias.
Los ex gobernadores están fuera, el de Italia pues ni cómo, el de San Pedro sólo mandó algo de lana para que su delfín jugara, el senador no convence no a los suyos y el de Victoria está bien ocupado en organizar su defensa legal.
La gran boda…
Este domingo habrá fiesta grande en Victoria, el Alcalde Óscar Almaraz organizó para Libre 17 una boda de 60 parejas que se casarán ahí mero en la Alameda del pueblo.
Y es que Libre 17 será temático, está vez de proveedores de bodas, es decir que además de que la raza que sale a pasear todos los domingos podrá asistir al enlace matrimonial de 60 parejas de valientes o si es que piensan casarse contratar ahí los banquetes, vestidos y demás cosas de las que se requieren para la boda. Eso pinta para estar emocionante.
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