MÉXICO. Camila llegó en brazos de su madre al Hospital General Solidaridad, pero nada podían hacer ahí para salvarla; a un mes y 12 días de haber nacido, sus signos vitales habían cesado como consecuencia de múltiples lesiones en todo su cuerpo.
Desde traumatismo craneal hasta laceraciones en pómulos, frente, piernas, glúteos y hematomas esparcidos por todo su cuerpo evidenciaban que su muerte no podía ser otra circunstancia más que la violencia.
Bajo el argumento de una probable participación en el homicidio de la menor, se realizó la detención de la madre Laila “N” y su pareja Elías “N”, ambos domiciliados en la colonia Infonavit, quedando a disposición de las autoridades.
La muerte de Camila conmocionó a los neolaredenses, quienes condenaron los hechos sin precedentes para la ciudad, pues aunque se han registrado casos de violencia extrema como el del pequeño Axel, ninguno había tenido un desenlace mortal.




