Mil millones de pesos es igual a miles de apoyos alimentarios, miles de becas para estudiantes pobres, miles de pies de casa, cientos de aulas escolares, decenas de aparatos hospitalarios, cientos de calles pavimentadas, pero hoy Tamaulipas es lo que tiene que pagar cada año solo por intereses de la deuda que le heredaron las administraciones priistas, sobre todo las de Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, misma que los adoptados actuales de ese partido se niegan a refinanciar.
Así es mis queridos boes, hoy el pleno del Congreso del Estado, de mayoría panista, votará la iniciativa por la que se autoriza al gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca contratar un financiamiento en mejores condiciones que eviten el ‘ahorcamiento’ financiero que le dejaron los ex mandatarios y todo indica que los del PRI van a votar en contra.
El argumento bajo el cual el grupo de diputados priistas que comanda Alejandro Etienne, es que el Estado se endeudaría por más años de lo ya pactado con los créditos vigentes, pero la realidad es que lo que los tricolores pretenden es evitar es que se renegocíe la deuda y el gobierno tenga más recursos porque el año que entra hay elecciones.
Es decir, los del PRI prefieren que Tamaulipas y su gobierno estén ahogados por los intereses de los créditos que sus gobernadores contrataron, a que haya lana para arreglar el cochinero que dejaron.
¿Y aquello de ser una oposición responsable dónde quedó?, seguro que en el discurso, porque queda claro que los diputados del tricolor siguen en su papel de enemigos de Tamaulipas y dejarán pasar la oportunidad de al menos corregir un poco del mal que Geño y Egidio hicieron.
Y es que estamos hablando de créditos por más de 13 mil millones de pesos que entre ambos contrataron bajo el pretexto de la inseguridad, pero que vaya usted a saber dónde fueron aplicados, o guardados o desviados o robados.
¿Usted vio resultados en cuestión de seguridad en los gobiernos de Geño y Egidio?, por supuesto que no, por esos años, en el de Geño fue que se desató lo peor de la crisis que aún no se supera en varios municipios, entre ellos la capital y Reynosa.
Con Egidio el control de los grupos del crimen se consolidó y ambos ex gobernadores usaron como estrategia negar lo que vivíamos el resto de los tamaulipecos.
Eran los tiempos del: no pasa nada y de los hechos aislados. Los tiempos de esos son delitos que le competen a la Federación y de echarle la culpa a Felipe Calderón y luego callarse ante todo lo que ocurría para no pegarle a Enrique Peña Nieto.
¿Si dejaron la víbora de la inseguridad chillando, en qué se gastaron los miles de millones entonces?, insisto.
Hoy, este gobierno le ha entrado al “toro por los cuernos”, pese a que Geño y Egidio le dejaron las arcas vacías y las deudas al tope, porque lo que nunca hicieron los exs, ahora Cabeza de Vaca, con recursos estatales decidió crear la Policía de Auxilio Carretero que entró el lunes en funciones con 70 patrullas y 140 elementos, la inversión fue de menos de 70 millones.
¿Se imaginan con los 13 mil millones de pesos que se gastaron Geño y Egidio lo que se pudo haber hecho?, exagerando creo que pudieron haber puesto un policía en cada kilómetro de carretera, pero prefirieron no hacer nada.
Hoy Cabeza de Vaca le entró al ataque de las finanzas de los grupos del crimen, al desmantelar casinos y detener unidades del transporte que se dedicaban a delinquir, al tiempo que cerró cientos de giros negros, todo eso ‘tolerado’ por Geño y Egidio, pese a la enorme deuda que se contrató quesque para combatir la inseguridad.
Por eso insisto que los diputados del PRI que ayer se pronunciaron en la diputación permanente contra el dictamen que hoy en sesión extraordinaria se votará se perfilan para igual que sus ‘líderes’ políticos (los ex gobernadores) seguir fregando a Tamaulipas.
Lo que Etienne, Carlos Morris (sobrino de Egidio), Susana Hernández (hermana de Geño) y un puñado más no entienden es que precisamente la gente está ahora más enterada, exige más, analiza y podría cobrarles cara su posición.
Se supone que el PAN con el apoyo del Verde y otras fuerzas políticas tienen el número suficiente de votos para sacar adelante el dictamen, habrá que ver el desempeño de Carlos García, líder del Poder Legislativo que tiene en ese documento marcaje personal.
Si no se logra un acuerdo PRI-PAN, podríamos entonces también estar en la antesala de una guerra al interior del congreso, en la que los peor librados podrían ser los compañeros de los tricolores, sobre todo aquellos ex alcaldes que tienen cuentas pendientes, a los que la lupa de la Auditoría les perseguiría, supongo, con harta saña.
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