«Poetas porque cantáis la rosa, Oh portas hacedla florecer en el poema».
Así escribía Vicente Huidobro, el poeta del «creacionismo», innovador de la poesía que entendía el acto poético como una invención de lo táctil.
Poetas como Apollinaire ya observaban los aspectos concretos de la palabra, que influyen grandemente en la obra de los artistas cubistas, que valoraron la luz en el contorno del espacio del objeto, el caso de Cézanne, el pintor, abre esta visión cubista.
Vicente García Huidobro Fernández, el poeta chileno entendió ese acercamiento a la palabra como un objeto. Cuando dice que los «poetas florezcan la flor en el poema». Desde hace algún tiempo vengo trabajando sobre esas relaciones entre objeto y palabra.
En realidad, el dicho popular «no está escrito en piedra», que quiere decir «que no es inamovible».
Es una falsa apreciación de la palabra. Porque es un objeto tangible.
Moisés y sus tablas nos dio una didáctica de la palabra. Escrita y sonante. La palabra tiene ruido y se multiplica. La rosa es altamente significativa como tiempo y forma en el arte, es una estética. Los poetas, los pintores, !los dramaturgos, han cantado a la rosa!. La rosa tiene significados filosóficos, astronómicos, de magia, poder y amor. No es una crónica, es un canto a la rosa que mi flor, que está en el nombre de mis ancestros.




