CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los ladrones de combustible de las tomas ilegales de Petróleos Mexicanos (Pemex) han resistido el combate de las fuerzas armadas y llevan 700 “ordeñas” en territorio tamaulipeco.
El número de puntos de ‘chupa ductos’ ha variado en el año. En enero se registraron 116, para febrero bajó a 77 y el siguiente mes creció a 132. El segundo trimestre comenzó con 83 casos, para mayo y junio se volvió a romper la barrera de la centena de casos, con 103 y 108, en julio decrecieron a 81.
En los primeros 7 meses de 2017 las tomas clandestinas superaron el récord, sumando 5 mil 789 casos. En el mismo periodo del año pasado se contabilizaron 3 mil 703; el aumento es de 56 por ciento.
La cantidad de ‘ordeñas’ durante los 7 meses del año ya superan todos los casos denunciados de 2010 a 2015, según la estadística de Petróleos Mexicanos. Tan solo en 2015 hubo 5 mil 252 tomas y en 2014 se reportaron 3 mil 635.
Tamaulipas es la entidad con mayor inestabilidad en la incidencia de este delito. La ‘ordeña’ pasó a 81 puntos ilegales de extracción en los ductos que pasan por el territorio tamaulipeco.
Las regiones donde más se roba combustible son el sur, en las fronteras de Altamira, Manuel y Aldama; y el norte, en el sistema de ductos instalados en Reynosa y Matamoros. El promedio de tomas ilegales de combustible localizadas en el país aumentó a 28 por día.
A partir de agosto, el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) se reunió con los alcaldes del sur de la entidad para pedirles colaboración en el combate a los ‘chupa ductos’.
El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y los mandos federales definieron medidas para el corredor por donde se encuentra el ducto Madero-Cadereyta. Éste es el tubo más ordeñado del país con hasta 3,500 litros de barriles al día, y la mayor parte del robo ocurre en la zona rural de Altamira y González.
La estrategia responde a que en junio elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encontraron en González un mega depósito de gasolina robada, con pipas, tractocamiones y 51 mil litros de combustible.
De acuerdo con información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la empresa petrolera nacional, al día se eroga 3 millones 800 mil pesos en la prevención y remediación del sistema de ductos que transporta gasolina y diésel.
La cifra millonaria no es mayor debido a que el uso actual promedio es del 26 por ciento.
El ducto Cadereyta – Madero, de 488.5 kilómetros de longitud, es el que más cuesta de reparar y proteger en el país. Cada barril enviado genera un costo de 61.28 pesos por concepto de “prevención del delito”.
