Cuando a principios de septiembre y luego el 19 de ese mismo mes dos sismos sacudieran al centro y sur del país, surgieron voces que indicaban que era la oportunidad de Enrique Peña Nieto para recuperar la popularidad perdida durante los 5 años que lleva al frente de la Presidencia de México, pero lo que hoy vemos es que el rescate de la imagen del inquilino de Los Pinos no llegó.
Así es mis queridos boes, por más que el tema de los sismos, sobre todo el del 19 que dejó más de 360 muertos, se mantuvo y se mantiene de hecho en los medios, la popularidad de Peña Nieto lejos de subir, sigue tambaleándose cual edificio mal construido.
Es decir, los boletines disfrazados de notas periodísticas que nos recetan todos los días y a cada rato Televisa y TvAzteca en los que se resultan los apoyos del presidente no han servido de nada, porque el enojo nacional en su contra no amaina.
No lo digo yo, lo dijo la encuesta de GEA- ISA, que se levantó entre el 8 y el 11 de septiembre; es decir luego de los sismos, casa por casa y luego entre el 22 y 23 vía telefónica pues el resultado indica que Peña Nieto trae sólo el 16 por ciento de aprobación; es decir 84 de cada 100 mexicanos consideran que no hace bien las cosas.
Habría que decir que en lo único que Peña Nieto se ha mantenido constante es en incrementar la desilusión de los mexicanos hacia su gobierno, porque ese 16 por ciento es el mínimo histórico para un presidente desde que se les mide.
Para darle contexto a la situación precaria de la popularidad de EPN habría que anotar que para el mismo trimestre de las gestiones de Felipe Calderón y antes Vicente Fox, tenían índices que el esposo de La Gaviota ya había perdido desde el segundo año; el marido de Margarita al quinto año andaba con el 43 por ciento y el viejo de Marta Sahagún con el 63 por ciento.
Los priistas que le apostaban a los temblores, creían que la exposición de Peña Nieto horas y horas ante las cámaras de tele, la entrega de toneladas de apoyo, los cientos de apapachos a los afectados, las apariciones del preciso con casco de trabajo, con chaleco, con el pantalón empolvado, con las mangas arremangadas se iban a llevar la imagen aquella del personaje ‘tontín’ que cada que habla se equivoca.
Supongo que creían que con ver a la pareja presidencial en las cadenas humanas (aunque fueran para la foto) harían que los mexicanos olvidáramos que andamos con las bolsas vacías y sus muchas ciudades del país se han teñido de sangre ante la indiferencia oficial, o que se perdonaríamos los descarados actos de corrupción en el
que incluso se le señala a él.
Pues no, porque insisto, tras los sismos la imagen de Peña Nieto sigue empeorando.
Insisto con los números de la encuesta, éstos revelan que la gran mayoría de los mexicanos y sobre todo los de los estados afectados reprueban la actuación del Presidente durante y después de los sismos.
A los encuestados de los ocho estados afectados les preguntaron por ejemplo, si tras los sismos mejoró, empeoró o sigue igual su opinión sobre el trabajo de Peña Nieto y el dato es revelador: 67 por ciento dijo que sigue igual, 13 por ciento que empeoró y sólo el 17 que mejoró. Si sumamos los igual y los de empeoró, hablamos
entonces de que el posicionamiento no subió ni un solo punto; la imagen siguió en picada pues.
Pero la peor noticia sobre la popularidad del presidente no es para él, sino para los prospectos a sucederle en la presidencia de la República, porque es un hecho que el que sea el candidato partirá en campaña con los mismos números negativos que Peña Nieto.
Tampoco lo digo yo, lo dicen las encuestas, esta última coincide en que el PRI y cualquiera que sea si candidato muy apenas alcanza la tercera posición de las preferencias, por abajo de AMLO que es el puntero y quien sea el del frente, si es que no se deshace.
Esta última dice que quien sea el candidato no atracará con más del 17 o 18 por ciento, eso quiere decir que Peña Nieto está arrastrando a su partido al despeñadero, lo ha contagiado de su mala popularidad.
La realidad es que todo hace indicar que Peña Nieto ha contagiado de su mal a todos en el PRI, seguro que por eso los partidos que tradicionalmente eran comparsas del tricolor como el Verde Ecologista parece va solo y en el caso del PANAL parece que se comienza a alinear al frente. Hasta para los partiditos el PRI y EPN
apestan a muerto.
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