En días recientes el Cabildo de Matamoros aprobó que la Tesorería Municipal condone el 100 por ciento de los recargos a los contribuyentes que durante este mes de octubre se acerquen a pagar sus adeudos pendientes del Impuesto Predial, cuando tradicionales se hace los meses de noviembre y diciembre.
Por ese motivo puedo anticipar que el Cabildo en noviembre tomará la decisión de ampliar ese beneficio para los dos últimos meses del año.
En esta forma el Cabildo premia a los contribuyentes incumplidos, lo que constituye anualmente un incentivo para que muchos no paguen puntualmente porque de antemano saben que tendrá un costo adicional ponerse al corriente al final de cada año.
Si el contribuyente tuviera que pagar un 60 por ciento de recargos, un 5 por ciento mensual para ponerse al corriente, muchos pagarían puntualmente.
También dichos contribuyentes saben que no corren el riesgo que el Ayuntamiento embargue sus bienes por los adeudos que muchos tienen desde hace muchos años.
El día que el Gobierno Municipal deje de premiar a los incumplidos y emprenda juicios en su contra embargando sus bienes para garantizar el pago del Impuesto Predial, las cosas cambiarán y el Ayuntamiento podrá fortalecer su hacienda municipal recibiendo lo que justamente le corresponde.
Y para demostrarlo voy a revelar una anécdota que me tocó conocer cuando el Gobierno del Estado, a través de las Oficinas Fiscales, tenía a su cargo el cobro del Impuesto Predial, que luego iba entregando a los Municipios.
En el cuatro año del entonces gobernador Emilio Martínez Manautou, llegó como Jefe de la Oficina Fiscal del Estado de Matamoros, el conocido empresario, don Sergio Treviño, que administró dicha oficina con pragmatismo, eliminando los obstáculos del burocratismo cuando alguien acudía a pagar.
Mandó llamar a los responsables del Departamento Predial y les pidió cuentas con las siguientes interrogantes. ¿Cuantos causantes tiene en Matamoros? ¿Cuando se encuentran al corriente? ¿Y cuantos tienen adeudos pendientes?
Don Sergio se sorprendió del gran número de causantes que no pagaban el Predial y entonces ordenó enviar a todos requerimientos, lo que significaba tener que pagar el impuesto más los recargos, que incluían además gastos de ejecución.
Antes de enviar los requerimientos los titulares del Departamento le dijeron a Don Sergio que no era aconsejable mandar requerimientos a hombres muy conocidos en la sociedad y de un gran poder económico y político. El titular de la Fiscal no se dobló y ordenó enviar requerimientos a todos sin excepción.
Por las oficinas de Don Sergio Treviño vimos desfilar a muchos potentados e influyentes, algunos con la cara roja de vergüenza, a quienes el funcionario trababa con mano izquierda y les ofrecía hacer quitas de los recargos y algunos descuentos y todos iban pagando.
Luego vino el titular del Predial y le dijo a Don Sergio tenemos como cien terrenos y casas que nadie habita y no hay a quien requerir el pago del Predial.
Don Sergio mandó hacer unos letreros con la siguiente leyenda: “Esta propiedad pasó a ser propiedad del Gobierno del Estado” y ordenó ponerse en dichos lugares.
Por arte de magia aparecieron los dueños y se presentaron a reclamar porque el Gobierno se había quedado con sus terrenos. Se les dijo paguen y no los pederán y pagaron.
El problema de la baja recaudación del Impuesto Predial no es exclusiva de Matamoros. Se padece en los 43 municipios que ante las adversidades económicas y presupuestarias tienen que aprender a cobrar ese impuesto y para logarlo el Congreso del Estado debe darles más herramientas legales para hacerlo. El Predial es una mina inexplotada por los Ayuntamientos.
