Desde hace algunas semanas, una mentira la trataron de convertir en verdad: el Partido Verde establecería una alianza electoral con Acción Nacional en Tamaulipas.
El dicho no tenía ningún fundamento, ni sustento. Era una frase expresada en el vacío, un deseo de algunos que navegan en el desamparo, náufragos en la vorágine del cambio que registra el sistema político estatal.
Sin embargo, en el confuso y convulso ambiente que existe previo al proceso electoral de 2018, varios creyeron la mentira, la cual, por cierto, era repetida por cierta prensa proclive a alentar la desinformación, a propagar la especulación barata.
La mentira era insostenible por una razón muy sencilla: desde la Ciudad de México, el Partido Verde lanzaba señales de que iban por otro rumbo, que tomarían otro camino.
Una de las rutas electorales a seguir en 2018 para el PVEM es asistir a las urnas con un candidato presidencial propio. Es una opción que nadie cree que sea real. Sería un suicidio político.
Lo único que sustenta tal posibilidad es el escenario electoral diseñado desde Los Pinos que pretende la fragmentación del voto opositor con la existencia de una amplia baraja o cantidad de candidatos presidenciales (eso incluye a los presuntos independientes), a fin de que el aspirante priista se imponga a base a la movilización de la estructura del priismo.
No obstante, ‘El Tucán’ es un títere, un aliado incondicional del Revolucionario Institucional. Así se ha conducido desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Hasta cuando apoyó a Vicente Fox en la elección presidencial del año 2000, el PVEM lo hizo de esa forma como parte de una alternancia pactada y negociada al interior del sistema político mexicano.
El otro lado del posible escenario donde el Partido Verde elija a un candidato propio es una jugada revelada antier por el columnista Carlos Loret de Mola, consistente en un auténtico ‘teatro’: ese aspirante verde tendría que competir, posteriormente, en una elección con el elegido del PRI y, por supuesto, ganaría el candidato priista.
El ‘teatrito’ montado por el PRI y por el PVEM tiene por objetivo aprovechar los tiempos de difusión y propaganda en la etapa de las precampañas, de lo contrario, deberían guardar silencio, con el alto riesgo de que el candidato presidencial tricolor no logre posicionarse en el mercado electoral.
De esa forma, todo hace sospechar que esa jugada de ‘Los Verdes’ de decir, a nivel nacional, que van solos, tiene un gato o, mejor dicho, un candidato presidencial priista (un Meade), encerrado.
Por tanto, si el escenario político nacional pinta para que el Revolucionario Institucional y el Partido Verde vayan juntos en el proceso electoral de 2018, entonces no ‘cuadraba’ la mentira expresada por ciertos personajes de la dirigencia del ‘Tucán’ en Tamaulipas de que iban a pactar una coalición con el PAN.
Al final de cuentas, la verdad la tuvieron que decir los propios dirigentes estatales del PVEM, un auténtico acto de confesión: ellos, ‘Los Verdes’, apoyarán la reelección de los alcaldes que ganaron en el proceso del año pasado en el estado, es decir, aquellos que fueron impulsados en coalición con el PRI.
Es decir, apoyarán la reelección de Magdalena Peraza Guerra en Tampico y de Juan Diego Guajardo Anzaldúa en Río Bravo.
La verdad, ‘Los Verdes’ estatales no tenían de otra desde el inicio. El problema es que luego quieren jugar al ‘Tío Lolo’.
En otras palabras, repiten tanto una mentira, que terminan creyéndosela ellos mismos.
Y PARA CERRAR…
El Frente Ciudadano por México va caminando en Tamaulipas. Todavía no hay reuniones oficiales, pero las pláticas informales apuntan a la construcción de la coalición electoral en el estado.
Desde la capital del país, la Revolución Democrática y el Movimiento Ciudadano han recibido la instrucción de mantener un diálogo constante con Acción Nacional en la entidad.




