ESTADOS UNIDOS.- Un tesoro de 13.4 millones de registros expone los lazos entre Rusia y el multimillonario secretario de comercio del presidente estadounidense Donald Trump, los negocios secretos del principal recaudador de fondos del primer ministro canadiense Justin Trudeau y los intereses offshore de la reina de Inglaterra y más de 120 políticos de todo el mundo.
Los documentos filtrados muestran cuán profundamente se entrelaza el sistema financiero offshore con los mundos superpuestos de los actores políticos, la riqueza privada y los gigantes corporativos, incluyendo Apple, Nike, Uber y otras compañías globales que bajan su factura de impuestos mediante maniobras de contabilidad cada vez más imaginativas.
Una red offshore conduce hasta el secretario de comercio de Trump, el magnate de acciones privadas Wilbur Ross, quien tiene una participación en una compañía naviera que ha recibido más de 68 millones de dólares en ingresos desde 2014 de una compañía energética rusa copropiedad del yerno del presidente ruso Vladimir Putin.
En los datos filtrados aparecen los vínculos offshore de más de una docena de asesores de Trump, miembros del gabinete y grandes donantes.
Los nuevos archivos provienen de dos firmas de servicios offshore, con sede en Bermuda y Singapur, así como de 19 registros corporativos mantenidos por gobiernos en jurisdicciones que sirven como paradas en la ruta de la economía sumergida global. Las filtraciones fueron obtenidas por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y compartidas con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y una red de más de 380 periodistas en 67 países. Un nuevo capítulo del proyecto que ya destapó los Papeles de Panamá en 2016.
La gran promesa de los paraísos fiscales es el secreto: los entornos offshore facilitan la creación de empresas que son difíciles o imposibles de rastrear hasta sus propietarios. Si bien tener una entidad offshore a menudo es legal, el secreto incorporado atrae a lavadores de dinero, narcotraficantes, cleptócratas y otros que quieren operar en las sombras. Las empresas offshore, a menudo un simple “caparazón” sin empleados ni espacio de oficinas, también se utilizan en complejas estructuras de evasión fiscal que drenan miles de millones de las tesorerías nacionales.
La industria offshore “empobrece a los pobres” y “profundiza la desigual distribución de la riqueza”, dijo Brooke Harrington, gestora de riqueza certificada y profesora del Copenhagen Business School, autora de “Capital sin fronteras: gestores de riqueza y el uno por ciento”.
“Hay un pequeño grupo de personas que no están sujetas a las leyes como el resto de nosotros, y eso tiene un propósito”, dijo Harrington. Estas personas “viven el sueño” de disfrutar “los beneficios de la sociedad sin estar sujetos a ninguna de sus limitaciones”.
Los registros expanden significativamente las revelaciones producidas por la filtración de documentos offshore que generó la investigación de los Panama Papers en 2016 por parte del ICIJ y sus medios asociados. Los nuevos archivos arrojan luz sobre un conjunto diferente de paraísos isleños no explorados, incluidos algunos con reputaciones más limpias y servicios más costosos, como Bermuda y las Islas Caimán.
Las revelaciones más detalladas surgen de décadas de registros corporativos de la firma de abogados offshore Appleby y el proveedor de servicios corporativos Estera, dos empresas que operaron juntas bajo el nombre Appleby hasta que Estera se independizó en 2016.
Al menos 31,000 de los clientes individuales y corporativos incluidos en los registros de Appleby son ciudadanos de Estados Unidos, o tienen direcciones de Estados Unidos. Más que en cualquier otro país. Appleby también cuenta con clientes del Reino Unido, China y Canadá entre sus principales fuentes de negocios.
Al menos 31,000 de los clientes individuales y corporativos incluidos en los registros de Appleby son ciudadanos de Estados Unidos, o tienen direcciones de Estados Unidos.
Cerca de siete millones de registros de Appleby y empresas afiliadas cubren el período de 1950 a 2016 e incluyen correos electrónicos, acuerdos de préstamos de miles de millones de dólares y estados de cuenta bancarios que involucran al menos a 25,000 entidades conectadas con gente de 180 países. Appleby es miembro del “Círculo Mágico Offshore”, una camarilla informal de los principales bufetes de abogados offshore del planeta. La firma fue fundada en Bermuda y tiene oficinas en Hong Kong, Shanghai, las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán y otros centros offshore.
Appleby tiene una reputación bien protegida de 100 años y ha evitado los escándalos públicos a través de una mezcla de discreción y costosa supervisión de sus clientes.
En contraste con la imagen pública de Appleby, los archivos revelan una compañía que ha prestado servicios a clientes riesgosos de Irán, Rusia y Libia; que tiene auditorías que identificaron lagunas en los procedimientos contra el blanqueo de dinero, y que fue multada por el regulador financiero de Bermuda. Appleby no respondió a un detallado cuestionario de ICIJ, y en su lugar publicó una declaración en su página web que indica que después de investigar las preguntas de ICIJ está “convencida de que no hay evidencia de ningún delito”.
EXPLAINER PARADISE PAPERS
La firma, dice el comunicado, está “sujeta a controles regulatorios frecuentes y nos comprometemos a alcanzar los altos estándares establecidos por nuestros reguladores”.
El paquete filtrado de documentos incluye más de medio millón de archivos de Asiaciti Trust, un especialista offshore de gestión familiar con sede en Singapur y oficinas satélite desde Samoa, en el Pacífico Sur, hasta Nevis, en el Caribe.
Los archivos filtrados incluyen también documentos de registro de empresas gubernamentales en algunos de los paraísos fiscales más secretos del mundo, en el Caribe, el Pacífico y Europa, como Antigua y Barbuda, las Islas Cook y Malta. Una quinta parte de las más activas jurisdicciones secretas del mundo están representadas en estas bases de datos.
Tomados en su conjunto, las filtraciones revelan rastros offshore de aviones espía adquiridos por los Emiratos Árabes Unidos, una compañía de explosivos en Barbados de un ingeniero canadiense que intentó construir un “super arma” para el dictador iraquí Saddam Hussein, y la compañía en Bermuda del fallecido Marcial Maciel Degollado, el influyente sacerdote mexicano fundador de la orden religiosa católica de los Legionarios de Cristo, cuyo legado se vio empañado por acusaciones de abuso sexual infantil.
Inversiones offshore de la monarquía británica
La reina Isabel II ha invertido millones de dólares en compañías de servicios médicos y créditos de consumo, según muestran los archivos de Appleby. Mientras que los administradores del patrimonio personal de la reina, el Ducado de Lancaster, proporcionan algunos detalles de sus inversiones en bienes raíces en el Reino Unido, como edificios comerciales diseminados por el sur de Inglaterra, nunca han revelado detalles de sus inversiones en el extranjero.
Los registros muestran que, a partir de 2007, los gestores del patrimonio de la reina invirtieron en un fondo de las Islas Caimán, que a su vez invirtió en una empresa de capital privado controlada por BrightHouse, una empresa de alquiler con opción de compra del Reino Unido criticada por defensores de los consumidores y por miembros del Parlamento por vender bienes a británicos con problemas de liquidez en planes de pago con tasas de interés tan altas como 99.9%.
Madonna, Bono y otros rostros conocidos
Otros miembros de la realeza y políticos con vínculos recientemente descubiertos en el exterior incluyen a la Reina Noor de Jordania, que fue listada como beneficiaria de dos fideicomisos en la isla de Jersey, incluido uno que administraba su propiedad británica en expansión; Sam Kutesa, ministro de Asuntos Exteriores de Uganda y expresidente de la Asamblea General de la ONU, quien estableció un fideicomiso offshore en las Seychelles para administrar su riqueza personal; El ministro de Finanzas de Brasil, Henrique de Campos Meirelles, quien creó una fundación en Bermuda “con fines benéficos”, y Antanas Guoga, un miembro lituano del Parlamento Europeo y jugador profesional de póker, que tenía una participación en una compañía de la Isla de Man cuyos otros accionistas incluían a un magnate del juego que enfrentó una demanda por fraude en Estados Unidos.
Wesley Clark, exaspirante demócrata a la presidencia y general de cuatro estrellas retirado del ejército estadounidense que se desempeñó como comandante supremo de la OTAN en Europa, fue director de una compañía de apuestas en línea con filiales en el extranjero, según muestran los archivos.
Un portavoz de la reina Isabel II le dijo a The Guardian, socio de ICIJ, que el ducado tiene una inversión en el fondo de las Islas Caimán y que no estaba al tanto de la inversión en BrightHouse. La Reina paga voluntariamente impuestos sobre los ingresos del ducado y sus inversiones, dijo el portavoz.
La Reina Noor le dijo a ICIJ que “todos los bienes legados a ella y a sus hijos por [el fallecido Rey Hussein] han sido administrados siempre de acuerdo con los más altos estándares éticos, legales y regulatorios”. Meirelles de Brasil dijo que la fundación que creó no lo beneficia personalmente y apoyará organizaciones benéficas de educación después de su muerte. Guoga dijo que declaró su inversión en la compañía de la Isla de Man a las autoridades y vendió la última de sus acciones en 2014. Kutesa confirmó que había establecido las compañías, pero dijo que nunca las usó y le pidió a Appleby que las cerrara “hace muchos años”. Clark no respondió a las solicitudes de comentarios.