CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Capricultores del municipio de Burgos están invadiendo el mercado regio en restaurantes de mayor prestigio con más de 20 mil cabritos que se producen al año en esta región semiárida de Tamaulipas.
«Este es un buen negocio; sin embargo, necesitamos apoyos para crear un rastro Tipo Inspección Federal (TIF), que aumentaría la exportación de este tipo de ganado en canal a los Estados Unidos», dijo Mario César González Treviño, productor en el municipio.
La producción de cabrito se ha convertido en una de las principales actividades económicas del municipio de Burgos, donde muchos campesinos han vencido a la pobreza con la venta de cabras, el cual tiene una gran demanda en el mercado nacional y extranjero.
«La comercialización del cabrito en Burgos es a gran escala; el 90 por ciento de la producción estimada en 20 mil animales al año se vende a 900 pesos por cabeza, ya sacrificado y con un peso de entre los 4 y los 4.5 kilos».
Uno de los objetivos de los productores es contar con un centro de acopio y Rastro Tipo Inspección Federal, que cumpla con normas de sanidad y calidad para exportar este ganado en canal a Estados Unidos.
«En diciembre que llegan los paisanos a pasar las vacaciones navideñas en Burgos, vendemos el cabrito hasta en 100 dólares por lo que es un gran negocio», dijo.
Actualmente se exporta en pequeña escala a Estados Unidos, donde llevan de 5 a 10 piezas, cuando se viaja al vecino país del norte para venderlos, la intención es que sea a gran escala.
La venta de cabrito en el mercado de Monterrey, arroja ganancias a productores de Burgos por arriba de los 18 millones de pesos, sin embargo si se exporta a Estados Unidos, las ganancias se podrían duplicar.
Urge rastro y centro de acopio
El productor González Treviño, explicó que el cabrito de Burgos es de la más alta calidad, por lo que sólo se puede encontrar en los mejores restaurantes de la ciudad de Monterrey.
«Hasta Burgos acuden los dueños o representantes de restaurantes como el Rey del Cabrito, El Gran Pastor, entre otros, que son los que compran la producción en el municipio».
Los cabritos se venden cuando cumplen entre 20 a 25 días, debido a la gran demanda que existe.
Para dar paso a la exportación, es necesario que exista un centro de acopio de cabrito y un Rastro TIF, pero que sean de los productores y no de empresas privadas.
Dijo que por fortuna, las autoridades de SAGARPA y del Estado, están volteando a ver a Burgos, por lo que existe confianza en que pronto lleguen apoyos para este municipio, que por muchos años estuvo olvidado.
Malbaratan cabritos en el altiplano
En Burgos el precio del cabrito alcanza los 900 pesos la pieza, pero en la región del altiplano en municipios como Tula, Miquihuana, Bustamante, Jaumave y Palmillas, algunos productores apenas les están pagando 350 pesos por pieza, debido a que no existe organización entre los productores.
Roberto Maldonado, productor de cabrito del municipio de Tula, dijo que los llamados «coyotes», provenientes del estado de San Luis Potosí o del sur de Nuevo León, aprovechan la necesidad que tienen las familias que viven en la zona más pobre de Tamaulipas y pagan a precios ridículos sus cabritos. «Hemos visto cómo llegan en camionetas y compran los animales, donde apenas les pagan a 300 o 350 pesos por cabrito a campesinos, mientras que ellos van y los revenden al doble o triple del precio».
Por ello pidió a la Secretaría de Desarrollo Rural, la SAGARPA y a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, crear un programa de apoyo para organizar a los productores y que puedan vender su producción a un mejor precio y evitar que la sigan malbaratando.
