CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En los últimos 17 años la Comisión Nacional de Agua ha otorgado ilegalmente a influyentes concesiones ilegales del manto acuífero Victoria -Güémez, en déficit desde el 2000 el cual avanza año con año, y además ha propiciado un mercado negro de agua que se asegura vale más de 40 millones de pesos por año.
De acuerdo con la Ley Nacional de Aguas desde 2000, cuando la relación entre recargas y agua concesionada llegó a cero, la Comisión Nacional del Agua ya no podría haber otorgado legalmente ninguna concesión, sin embargo, continúa otorgando agua a nuevos solicitantes, sin que haya argumentos legales para hacerlo.
“Si llegas a la delegación de Conagua con dinero en la mano no hay déficit que valga”, dijo un citricultor que tienen que comprar agua y aseguró que la venta no está prohibida por la ley, pero debería estar regulada.
Ex funcionarios de la Comisión Estatal del Agua y de la Secretaría de Desarrollo Rural, aceptaron a pregunta expresa que esta situación del déficit que crece año con año y complica el abasto de agua de la ciudad, fue conocido por todos los gobernadoresdesde 2000 y los funcionarios del área, pero se renunció a iniciar acciones legales por la amenaza de la Conagua de suspender las aportaciones para programas.
“A cada gobernador y cada presidente municipal leha importado sacar su sexenio y no el futuro de Ciudad Victoria”, aceptó uno de los entrevistados.
En párrafo siete del Artículo 14 Bis 5 de la Ley de Aguas Nacionales subraya que es deber del Ejecutivo Federal asegurar que las concesiones y asignaciones de agua estén fundamentadas en la disponibilidad efectiva del recurso en las regiones hidrológicas.
Además del influyentísimo, muchos de los regantes originales del acuífero, los que recibieron las concesiones antes de que la disponibilidad entrará en déficit, se quejan de que se extrae mucha más agua de la que ampara la concesión con la finalidad de venderla a un promedio de 10 pesos el metro cúbico y que la Conagua ni vigila ni atiende las quejas.
En una solicitud de Transparencia número 1610100128317, la Comisión Nacional del Agua acepta que no tiene sistemas de medición ni llevan ningún registro de cuánta agua extrae cada concesionado.
“En cuanto al dato que solicita del porcentaje del total de sus concesiones (Acuífero Victoria-Güemez) extraído de 2010 a 2017, no es posible calcularlo ya que no existe registro de medición del volumen de extracción de cada usuario”.
De hecho, en la misma respuesta de Transparencia, mientras la Gerencia Golfo Norte rechazó que pudiera otorga un listado de la cantidad de agua otorgada y la fecha en que se autorizó, la gerencia de la Cuenca Río Bravo, done hay una situación igual de sobreconcesionmiento, sí pudo enviar la relación.
La Comisión Nacional del Agua acepta que sus datos no están actualizados y el déficit del Acuífero Victoria Güémez es de al menos 28 MMC por año, al comparar las posibilidades de recarga contra el total de las concesiones que han seguido otorgando.
Además, varios regantes se quejan de que quienes se dedican a la venta de agua extraen volúmenes mayores los que aparecen en cada título de concesión lo que además constituye un delito fiscal porque no se declara el uso y no se paga por esta agua.
No pagar los volúmenes de agua extraídos es causa directa para anular las concesiones otorgadas, según la Ley de Aguas Nacionales, y podría constituirse incluso en fraude fiscal.
El acuífero Victoria-Güémez ocupa los municipios Güémez, parte del Victoria y una porción del Hidalgo y las principales poblaciones además de esta capital de Tamaulipas, se ubican las de Güémez, Santa Engracia, Graciano Sánchez, Luz del Campesino, San Cayetano y Tierra Nueva.
La feria de las concesiones
Hay autorizaciones de 2010 que, a un solo usuario, visiblemente influyentes, le otorgan el mismo año y prácticamente en la misma fecha, concesiones por volúmenes importantes, tanto como 384 mil metros cúbicos, sobre los mismos predios lo que es totalmente irregular.
Entre quienes han recibido títulos de concesión luego de que en 2000 el Acuífero Victoria Güémez, uno de los principales para abastecer el agua potable de esta capital, entró en déficit, destacan varios influyentes, aunque no pude decirse que haya habido dolo del solicitante, pero la Conagua sabía que no podía otorgarlos.
El líder de los citricultores, Ausencio Mata Medina, quien de concesiones de 1998 y 1996, seis en total, ya tenía 587 mil 320 metros concesionados, se le otorgaron en 2010, otros 192 mil metros cúbicos para llegar a un total de 779 mil 320 metros cúbicos concesionados.
Dentro de la cuenca solamente 51 millones 593 mil metros cúbicos están concesionados a las comisiones de agua potable estatal y de Güémez.
La investigación topa con algunos casos por lo menos extraños, por ejemplo, el de Isidro Mata Velazco, quien fuera director de Agronegocios en el sexenio 2006-2010, y quien sacó en 2011 un crédito por 359 mil pesos para un sistema de riego por aspersión, de un programa de Sagarpa, pero fue solamente hasta el 2014 cuando se encuentra una concesión para dos aprovechamientos en el acuífero Victoria-Güémez, de 195 metros cúbicos.
Otro ejemplo, el 22 de abril de 2009 se otorgaron cuatro concesiones para aprovechamientos de aguas superficiales a nombre de Elisa Ribe Hernández, Lourdes Hernández Martínez, María Del Carmen Hernández Martínez y Diego Martínez Sánchez que suman en total 230 mil 400 metros cúbicos.
Américo Villarreal Anaya, hijo del ex gobernador del mismo nombre y primer apellido, obtuvo también concesiones después del 2000, un total de cuatro, aunque las cantidades sumadas no llegan a 22 mil metros cúbicos.
Con la concesión 09TAM113554/25ISDA12, que fue revisada de la original de 1999, se otorgaron 140 mil metros cúbicos a Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez en 2012, lo que le permitió obtener un permiso para un sistema de riego.
Otro caso es Ernesto Calanda Montelongo quien fue entre 2011 y 2016 funcionario estatal y entre otros cargos ocupó el de subsecretario del Régimen Estatal de Protección Social en Salud y quien entre julio de 2010 y mayo de 2017 obtuvo seis concesiones por un total de 200 mil metros cúbicos.
Ernesto Castañeda Bernal, Director Forestal en el Estado, quien ya tenía dos títulos para 163 mil 800 metros cúbicos, siendo director de Desarrollo Forestal se le otorgaron en 2011 dos nuevas concesiones por 260 mil metros cúbicos adicionales.
Entre diciembre de 2010 y mayo de 2012, una persona de nombre Jaime José Rodríguez Núñez, logró que le otorgarán cinco concesiones para predios al menos contiguos, por volúmenes que comenzaron por 239 mil metros cúbicos y terminaron sumando 465 mil metros cúbicos.
A Jorge Alejandro Gracía Riestra, hermano de quien entonces era el presidente del Consejo General del Instituto Estatal Electoral, Jesús Gracia Riestra, recibió un título de concesión por 105 mil 600 metros cúbicos.
Otros concentran cantidades de concesiones, como José Luis Sánchez Saldívar quien tiene en total seis concesiones, cuanto anteriores a 2000 y con volúmenes pequeños, ha logrado aumentarlos con 180 mil metros otorgados en concesiones del 2012 y 2015.
Jorge Martínez Bohez, un citricultor y comerciante que tenía cuatro concesiones anteriores al 200, logró entre julio de 2014 y enero de 2015, otras tres concesiones por 150 mil metros cúbicos en total.
Como presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas, José Eugenio Benavides Benavides, obtuvo en 2003 dos concesiones por un total de 360 mil metros cúbicos por año, mientras que su hermano Pedro Ernesto, otra por 60 mil MC, y en 2010, cuando el primero era Secretario Particular del Gobernador y el segundo director de los penales del estado, se otrogó a Pedro una por 600 mil metros cúbicos.
En 2003 cuando era Senadora en la LVIII Legislatura, Lydia Madero García obtuvo una concesión por más de 120 mil metros cúbicos por año, mientras el diputado local del Verde Ecologista y funcionario de ese partido, Pedro René Castillo de la Cruz, en 2011 le concesionaron 44 mil MC adicionales a los 180 mil del
2008.
En 2011, Marcela Cavazos Lliteras, hermana de la entonces Contralora Gubernamental y del subsecretario de Ecología, de nombres Gilda y Herberto, con los mismos apellidos, obtuvo una concesión por 75 mil 300 metros cúbicos.
Resalta el caso de Seyed Mohammad Farough Fatemi Corcuera, quien ya tenía concesionados volúmenes por arriba de un millón de metros cúbicos y a quien en 2009 se le concesionan 96 mil más para llegar a un millón 181 mil 475 metros cúbicos.
Un caso que llamó la atención fue el de Amelia García Chávez con concesiones que amparan 585.6 metros cuadrados y Ema García Chávez (Se ignora si exista parentesco) quien al menos en homónima de la Jefa de Servicio Escolares en la Universidad del Mar de Tamaulipas.
La primera obtuvo cuatro concesiones sobre los mismos predios y la segunda obtuvo un 2017, una nueva concesión por 100 mil M3 más, para el predio que igualmente, según las coordenadas, es el mismo para el que tenía una de 50 mil metros cúbicos otorgada en el 2000.
Expreso revisó dos mil 610 concesiones para hacer esta nota y se resaltó solamente a los casos notorios, algunos de los parientes en primero y segundo grados de los mencionados tienen otras concesiones, pero por el hecho de poder establecer de ser cantidades pequeñas, no fueron mencionados.
Pero para Victoria nada
En contraste con la permisividad al otorgar concesiones a influyentes sobre acuíferos sin disponibilidad, la Conagua impide a Victoria construir una segunda línea del acueducto Guadalupe Victoria y tampoco quiere otorgar más títulos de concesión, con los que se garantizaría el crecimiento de esta ciudad.
En 2015 la Comisión Estatal del Agua logró una cesión de derechos de 15 millones de metros cúbicos, de regantes de la cuenca del río Soto La Marina, suficiente para garantizar la operatividad de la segunda línea del Acueducto Guadalupe Victoria.
Al serle presentado a la Conagua la disponibilidad de agua para la segunda línea dijo él es funcionario de la Comisión Estatal del Agua, Raúl Quiroga Álvarez, la dependencia alegó falta de fondos para esa obra, compromiso presidencial de Enrique Peña Nieto.