MÉXICO. En Saltillo existe una subcultura en la que sus miembros buscan contagiarse de VIH. Su argumento principal para realizar esto es “la libertad de decidir”.
“Bug Chaser” que en su traducción podría significar, “buscador del bicho o en su definición plural, “buscadores del bicho”, es una subcultura que en países como Estados Unidos tiene cada vez más presencia; los “giftgivers”, son las personas que aceptan trasmitir el virus.
Diversos medios de comunicación han publicado información sobre cuál es la dinámica de las personas que realizan esta práctica. La mayoría lo ve como un deporte extremo o una “libertad total” en sus relaciones sexuales.
Carlos Llamas, activista y representante legal de la Asociación Civil Jóvenes Prevenidos, cuenta que es sorprendente la cantidad de chicos que están realizando esto en la ciudad. En su carrera como activista ha encontrado diversos casos; indican que algunos deciden contraer el virus “por amor” y otros lo hacen por pertenecer a un grupo.
“He llegado a conocer grupos de personas que practican “El sexo a pelo”. Y, por ejemplo, el hacer ‘la hermandad’ con este tipo de grupos significa adquirir el virus.
“Estamos hablando de grupos de chicos que tienen sexo sin preservativo, porque el requisito para entrar es contagiarse de VIH. Es una manera de llegar a la aceptación.
Personas de ciudades vecinas de Saltillo —Arteaga y Ramos Arizpe— llegan a la capital para encontrarse con un “giftgiver”, es decir, alguien contagiado.
Cada quien elige qué quiere para su vida y hay gente que decide tener VIH. Yo creo que todo este fenómeno es parte del derecho a decir, dijo el activista, quien ha detectado nueve grupos y otros tres más a los que aún no le permiten el acceso.
SERODISCORDANTES
El activista señaló que existen parejas “serodiscordantes” en donde sólo uno de ellos tiene VIH, y después de tener relación de largo tiempo, dejan de usar preservativo para llegar a la misma condición de su pareja.
“En las parejas ‘serodiscordantes’, uno de los dos tiene el virus, y después de un tiempo juntos, dejan de usar el preservativo. Conozco una pareja que después de llevar cinco años juntos dejaron de usar preservativo para alcanzar la misma condición. Los hacen “por amor”.
SER UN ‘BUG CHaSER’
Un testimonio anónimo que pertenece a dos grupos en dónde tienen este tipo de prácticas desde hace cinco años, cuenta que poco a poco dejó de ver los mismos rostros en las reuniones, pues resulta que estaban delicados de salud.
“Cuando comencé a acudir había diferentes caras; como fueron pasando los días, los meses, hay algunos que ya no he visto. Resulta que están delicados de salud. Que el virus ya está avanzando”.
El anónimo no es portador. Tiene 30 años. Cuenta que muchas personas acuden por la emoción y la despreocupación de ya no estar estresados de ser infectados y de una vez por todas se contagian de VIH.
“Lo que me llamó la atención de estos grupos que son muy numerosos (más de quince asistentes) es que lo chavos son muy abiertos en su sexualidad”. Yo me meto a aplicaciones digitales de la comunidad LGBT, y te topas con personas que son muy exigentes o con muchos prejuicios. Las personas con las que te ves ahí, en los grupos, no discriminan.
“Son grupos muy grandes. Sí me saca un poco de onda. Sí he pensado en meterme con alguien sin condón, porque ese es el punto de la mayoría que asisten: contraer el virus”.
Afirma que mucho de los asistentes acuden por la emoción de estar en riesgo de contraer VIH: “Mi amigo, las veces que voy con él, me dice, “es que no, güey, deberías de ‘a pelo’, así como nosotros. Para que ya no te andes preocupando.
“La mayoría de las reuniones se realizan en departamentos, saliendo de los bares. O nos vamos a hoteles. Van y cogen sin condón y pues a veces sí hay chavos que les vale, que van a eso, a buscar el virus”.
UNA MOTIVACIÓN INTERNA
La psicóloga Martha Sánchez-Cobiza, presenta este tipo de actitudes como un posible acto de trasgresión y de rebeldía y una necesidad tal vez de victimizarse.
“Es un acto de transgresión, de rebeldía, es como un reto, puede ser por ese rumbo. O también para jalar atención después en calidad de ´víctima’. La teoría psicoanalítica podría decir que de los dos mecanismos primarios, “Instinto de Vida” y el “Instinto de Muerte”, este último lleva la delantera”, indicó.
Con informacion de Vanguardia.