CHICAGO. Diez activistas y ‘dreamers’ comenzaron desde hoy una huelga de hambre para reclamar una ley que proteja a estos indocumentados y la reinstalación del Estatus de Protección Temporal (TPS), suspendido por el Gobierno a varios países.
No es solamente una lucha por la aprobación de la Dream Act antes de fin de año, sino contra un gobierno racista que persigue a los inmigrantes”, declaró el pastor salvadoreño José Landaverde.
La protesta apunta en particular al representante republicano por el estado de Illinois, Peter Roskam, a quien acusan de ser un seguidor incondicional de las políticas antinmigrantes del presidente Donald Trump.
“La huelga de hambre consistirá en ingerir solamente líquidos por el tiempo que resistan, precisó Landaverde, quien encabeza la protesta en la Misión Fe, Vida y Esperanza de la ciudad de West Chicago, en el condado DuPage.
Aunque acabemos en el hospital, estaremos exigiendo que los políticos pongan fin a la destrucción de nuestras comunidades”, agregó el religioso, quien prometió “no aflojar”.
Landaverde, quien durante muchos años fue el principal defensor de los inmigrantes sin papeles en el barrio mexicano La Villita de Chicago, se mudó a West Chicago, a 42 millas y en otro condado, donde más de la mitad de la población son inmigrantes mexicanos.
Activistas proinmigrantes a lo largo del país están en una carrera contra el fin del actual periodo legislativo en el Congreso, que termina el próximo 22 de diciembre, en la que presionan por la aprobación de una ley Dream Act que legalice definitivamente a unos 800 mil “soñadores”.
Los grupos buscan un “Dream Act Limpio”, sin contraprestaciones migratorias, para aquellos que se beneficiaron con la Acción Diferida (DACA) y que a partir del próximo 5 de marzo quedarán de nuevo en el limbo, tras la cancelación de este alivio migratorio del expresidente Barack Obama por parte de Trump.
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