MÉXICO. El principal problema al que se enfrentan las parejas en diciembre es dónde celebrar las fiestas: ¿en casa de una u otra familia? Las razones de todos estos desencuentros radican en que las celebraciones navideñas nos infantilizan, volvemos a ser los niños que fuimos y a pelearnos con nuestros hermanos.
Navidad ilustra a la perfección un efecto denominado Magdalena de Proust, que se produce cuando un olor, un sabor o cualquier otra experiencia sensorial nos traslada al pasado con tanta fuerza que casi podemos revivirlo como ocurrió.
Algunos colores o sonidos de las calles en estos días generan este efecto que puede ser muy positivo o disparar conflictos internos no resueltos, como los celos infantiles de otros miembros de la familia o simplemente la tristeza de cuando echamos de menos a una persona que ya no puede sentarse a la mesa.
Se trata de una memoria involuntaria sobre la que psicólogos y psiquiatras también apuntan bondades, como la que retrotrae a momentos del pasado en un ejercicio mental que aporta autenticidad a nuestra vida. Y por eso cenar en una u otra casa cobra tanto significado. Tal es el conflicto, que ya hay parejas que las pasan por separado: cada uno en casa de los suyos. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de premisas para no hacer demasiado daño a los mayores y los niños, que son los que pueden acusar más el peso de estas decisiones.
CONSEJOS PARA LLEGAR A UN ACUERDO PRENAVIDEÑO
– Sin estrés: Hay que evitar las presiones y las grandes expectativas sobre estas fiestas. No es necesario tener todos los regalos comprados, ni ser el mejor cocinero del mundo en las celebraciones familiares.
– Sin rencor: No se debe discutir y para ello es importante no airear antiguas rencillas. No es el momento de plantear problemas del pasado.
– Sin presión: La Navidad nunca tiene que ser una imposición. Si no se desea celebrarla, pues no se debe hacer.
– Sin prisas: Los padres separados deben hablar el tema de las vacaciones con antelación.
– Sin arruinarse: No se debe fomentar el consumismo en los niños. Solo les creará frustraciones en el futuro
Con informacion de Diario Basta!.