MATAMOROS, Tamaulipas.- Cruzar la frontera en busca del llamado Sueño Americano no es nada fácil. Desde que el migrante sale de su tierra rumbo a los Estados Unidos inicia un calvario que en muchas ocasiones se convierte en un infierno.
Para llegar al país de los sueños se sufre, dijo Cindhia, una mujer originaria de Tierra Blanca, Veracruz, quien recientemente fue deportada de los Estados Unidos.
Ella cruzó la frontera por Sonora, por el desierto, en donde junto con un grupo de personas sufrieron para llegar hasta un lugar donde había una pequeña población, prácticamente donde salvaron sus vidas.
La mujer sufrió una aguda deshidratación y estuvo a punto de morir, sin embargo, cuando parecía que todo se encontraba bien, fueron sorprendidos y los deportaron al mismo estado sonorense.
A pesar de encontrarse en mal estado, Cindhia no se dio por vencida e intentó cruzar de nuevo por el desierto, y lo logró, a pesar de que su estado de salud ya era muy precario.
Ella vivió en los Estados Unidos 14 años hasta que la detuvo la policía y hace unos días fue deportada por esta frontera.
La mujer llegó a la Casa del Migrante, donde también se encontró a Don Carlos, un hombre quien al igual que ella sufrió para llegar a los Estados Unidos.
El hombre, de unos 60 años, explicó que cruzó la frontera por Matamoros, y para hacerlo tuvo, primero, que nadar en el Bravo y al llegar a aquel lado, brincar la gran cerca de protección.
Indicó que estuvo en la Unión Americana por 20 años, pero desafortunadamente, aun cuando se casó y tuvo hijos, nunca pudo arreglar su situación legal en el vecino país.
Hoy en día, Don Carlos sólo piensa en poder regresar con su familia, lo que ve muy difícil, “pero lo voy a intentar”.
