Sin duda alguna el presente año que principiamos a vivir pinta mal para la mayoría de los mexicanos y aunque desde que tengo memoria siempre hemos dicho lo mismo, lo cierto es que antes con dificultades y todo pero se vivía mejor.
Hoy la situación que se vislumbra está en veremos.
La carestía, ausencia del trabajo y dinero convierte al pueblo en un damnificado más del sistema y si a esto le sumamos el alza de los impuestos, alimentos, educación,
medicamentos y vestimenta pues el futuro lo observamos peor, por lo tanto habrá que conservar y cuidar el poco dinero que ganamos.
El sistema federal está fallando, su política económica, industrial y laboral anda muy mal.
El sistema estatal prácticamente está frenado y en los municipios no se diga.
Aquellas fabulosas fiestas de fin y año nuevo pasaron a la historia, pues la familia vive al día y protege el poco dinero que llega a la casa.
La gente, al menos en el pueblo de mis mayores, no encuentra la puerta.
Lo peor es que no hay fuente de trabajo ni el consuelo de tenerlo.
Al menos en Llera su potencial económico se acabó cuando Carlos Salinas de Gortari se le ocurrió la mala idea de cerrar la llamada planta de cítricos, después vino la clausura de la estación de ferrocarril de Zaragoza, la desaparición de la Asociación Ganadera y el banco ejidal.
De aquel emporio citrícola que tenía Llera se fue para abajo y los campos productivos poco a poco se fueron acabando.
Hoy vemos ranchos y parcelas ejidales abandonadas.
Carretera y caminos vecinales solos.
Los ayuntamientos no encuentran una salida favorable para salir adelante y cumplirle al pueblo al menos un treinta por ciento de lo que prometieron cuando andaban de candidatos.
En fin andamos muy mal.
El Presidente de México, como el gobierno del estado ya no se acuerdan de Llera, ni siquiera se toman la molestia de visitarnos o de mandar a sus principales colaboradores a darse una pequeña vuelta por la villa que fundara mi compadre don José de Escandón.
Todo eso cuando los gobernadores y presidentes de México realizaban esporádicamente una visita a nuestro pueblo pasaron a la historia y hoy como decían los viejos de antes tenemos que rascarnos con nuestras propias uñas.
Posiblemente esté equivocado pero diremos como lo remarcaba Amado Nervo en una de sus grandiosas poesías “no sé ni dónde se alza el porvenir”.
A propósito traigo a mi recuerdo cuando una vez en la Ciudad de México me le acerqué a don Carlos para decirle, siendo todavía candidato: Señor en Tamaulipas y principalmente en Llera se le quiere y deseamos que algún día nos visite.
Su respuesta si mal no recuerdo fue: Ahí te encargo Tamaulipas y te prometo que algún día estaremos por ahí.
Bien recuerdo cuando me dijo: Me saludas a Andrés Araujo de la Torre.
Nunca vino.
La última vez que lo tuvimos muy cerquita de Llera fue cuando visitó Tampico, de ahí a Ciudad Mante, Ocampo de pasadita, de Tula arrancó para Ciudad Victoria, terminó su recorrido y voló en su avión presidencial a la Ciudad de México.
Ya nunca volví a cruzar palabra alguna con él y eso que en sus tiempos de estudiante visitó el pueblo de mis mayores pero como refugiado del sistema gubernamental pues en ese tiempo era un perseguido político.
En fin son episodios de la vida que no se olvidan y que hoy he traído al recuerdo para recordarle a don Francisco García Cabeza de Vaca ¿por qué como gobernador es fecha que no realiza aunque sea una pequeña pasadita por la tierra de mis mayores?
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.