No recuerdo, ni he leído que en la historia moderna de México un gobernador haya logrado poner en jaque a toda la estructura del gobierno federal, como ahora lo hizo el panista de Chihuahua Javier Corral Jurado.
Así es mis queridos boes, Corral Jurado no se los mandó decir, ayer fue a la CDMX para denunciar al propio Enrique Peña Nieto de orquestar un bloqueo financiero contra su entidad en represalia por la investigación, que ya tiene hasta detenidos, en torno al desvío de por lo menos 250 millones de pesos a las campañas del PRI en el 2016.
Del tema en todo México se habla desde hace semanas, porque por primera vez también se tocó y fuerte al intocable Manlio Fabio Beltrones, quien era entonces dirigente nacional del tricolor y quien por cierto, por aquello de que el miedo no anda en burro, pues ya tramitó tres amparos: uno para evitar que lo detengan, otro para evitar que lo citen y otro para que lo dejen ver el expediente en el que todo indica hay pruebas de que está hasta las manitas como lo evidenció la detención de quien fuera su Secretario General.
La reacción del gobierno de Enrique Peña Nieto, denunció Corral ayer en una rueda de prensa que no trasmitieron ni Televisa, ni las otras cadenas en vivo ¿sospechan por qué?, fue no mandarle los recursos federales que les tocaban desde diciembre.
“Hemos roto el pacto de impunidad que trasciende las fronteras del Estado de Chihuahua, y quieren hacernos pagar las consecuencias. Yo no voy a ceder ante las represalias y los amagos. Estoy listo para dar esta batalla hasta sus últimas consecuencias porque no lo hago en defensa mía, ni del Gobierno del Estado, lo hago en defensa de la soberanía, de la dignidad, de la grandeza del pueblo de Chihuahua”, dijo Corral Jurado.
“En suma, el gobierno de Chihuahua ha actuado contra la corrupción y el Gobierno Federal actúa contra el pueblo de Chihuahua. No quieren detener a César Duarte, pero nos detienen los recursos que necesitamos para seguir saneando las finanzas del Estado y poder satisfacer las necesidades de la gente”.
El Gobernador, que ha sido todo un personaje a lo largo de su carrera en las dos cámaras del Congreso de la Unión, crítico hasta de su propio partido, no estaba solo en el emblemático Hotel Geneve, de la zona rosa y ahí estriba en buena medida el golpe seco, contundente y desestabilizador contra el moribundo régimen priista.
Estaban ex gobernadores, un ex canciller, ex secretarios de Gobernación, politólogos, vi a un buen actor, un ex dirigente del PRD y dirigentes de organismos ciudadanos en lucha contra la corrupción.
“Ante el esfuerzo del combate a la corrupción que lleva a cabo el Gobierno de Chihuahua, por el que ya hay 15 personas entre procesadas y condenadas en diversas causas penales, entre ex funcionarios y empresarios que colaboraron con estos en la trama de simulación de operaciones, se le pretende imponer al pueblo de Chihuahua, insisto, ante este hecho, una represalia económica desde el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto”.
El gobernador relató que ante el bloqueo financiero federal, el coordinador ejecutivo de Gabinete estatal, Gustavo Madero (el que fue dirigente nacional del PAN) se pactó una reunión con el Secretario de Hacienda José Antonio González Anaya a través de una llamada de la que fue testigo.
“González Anaya le dijo a Madero que se había caído la recaudación, y abro comillas: ‘nosotros también estamos teniendo problemas para el cierre’. Lo que no dijo el Secretario de Hacienda es que la supuesta baja en la recaudación sólo afectó a Chihuahua”, explicó Corral.
“Delante de mí, Madero preguntó directamente al Secretario de Hacienda, ‘A ver Pepe Toño, no se está mezclando en esto otra agenda’. El secretario contestó: ‘hay que platicar, hay que platicar’. Y de ahí se convino una reunión”.
Ya en la reunión celebras en Palacio Nacional, en la oficina del titular de Hacienda: “Ahí nos fue informado que la investigación por peculado que la Fiscalía de Chihuahua lleva a cabo, pone en entredicho el mecanismo de transferencia de recursos razón, por la cual han tomado la determinación de incumplir de modo unilateral la entrega de los recursos establecidos en los convenios”, explicó.
Y machacó retador Corral: “Estamos conscientes que hemos tocado el modus operandi de la corrupción política en México, de la que toda la Nación habla, con la diferencia de que nosotros lo hemos acreditado técnica y documentalmente”.
En otro apretón, calificó de ingenuidad, pensar que solo en Chihuahua el gobierno desvió recursos a las campañas del PRI, cuando la operación se hizo al más alto nivel del tricolor: “eso no nos corresponde a nosotros investigar, ni siquiera podemos investigar el delito electoral, esto corresponde a la PGR, a la FEPADE, al Instituto Nacional
Electoral, corresponde al Congreso Federal integrar comisiones de investigación”.
Los hechos son: Javier Corral ya les metió a un ex secretario general del PRI a la cárcel por el desvío de 250 millones, el gobierno de Peña Nieto en represalia no le mandó unos 700 millones que le corresponden a Chihuahua, Manlio Fabio Beltrones duerme y camina con 3 amparos en la bolsa.
Un Peña Nieto con cara de espantado sale a decir que no es cierto lo que el Gobernador dice, pero no ofrece un solo dato… todo mientras su candidato no prende, ni aprende.
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