MÉXICO. La bióloga marina Nan Hauser nadaba frente a la costa de Rarotonga, en las Islas Cook, cuando fue llevada a la superficie por una ballena para salvarla del ataque de un tiburón.
El animal de 20 toneladas, impulsó a la mujer con su cabeza hasta que su cuerpo quedó totalmente fuera del agua para protegerla del tiburón que medía más de cuatro metros y medio. Con su cola, otra ballena evitó que el tiburón pudiera alcanzarla.
Ante el hecho, la bióloga cree que esta es la prueba definitiva del instinto que tienen las ballenas para proteger a otras especies, entre ellas, la humana.
“No estaba segura de lo que estaba haciendo la ballena cuando se acercó a mí, y no dejó de empujarme en 10 minutos. Parecía que habían pasado horas. Estaba un poco magullada.”, contó Hauser.
A pesar de que la mujer lleva trabajando 28 años con ballenas, asegura que “nunca había visto a ninguna así de cercana”.
Señaló que intentó alejarse de la ballena ‘por miedo’ “a pesar de mi inquietud, traté de mantener la calma y descubrir cómo alejarme de ella”, agregó.
Con información de 20 Minutos