El priismo sacó juventud de su pasado, y mostró poder de convocatoria, ayer en esta capital. No me pregunte usted de dónde salieron, pero el hecho es que el abanderado presidencial se fue con un buen sabor de boca, después del vistoso acto de apoyo que recibió en el auditorio de la Universidad La Salle.
José Antonio Meade fue arropado por el PRI, preponderantemente de la región centro de la entidad. Me parece que gran parte de ese respaldo refleja fielmente la gestión pública, y los resultados concretos logrados hasta ahora por el alcalde Óscar Almaraz Smer. Este último no estuvo presente, pues según trascendió, acompañó al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, en reuniones de trabajo, destinadas a seguir logrando beneficios para Victoria.
El acto fue modesto, tratándose de una gira del candidato presidencial que en otras circunstancias habría sido apoteósico. Recuerdo, por ejemplo que el acto que le organizaron en esta capital, al entonces candidato Ernesto Zedillo, se dio en lo que era antes el parque de béisbol, y aquello se llenó.
Pero, la política de estos tiempos, ya no da para actos descomunales. Y hasta cierto punto, es más sano, pues, ya no se puede decir que hay gente acarreada, objeto de manipuleo político. Creo que la concentración priista que se dio ayer en esta ciudad, respondió a la voluntad de las personas, por acudir y estar presentes, mostrándole lealtad a su partido.
Se trata de un priismo, que a pesar de los errores y la ambición personal de la dirigencia estatal, aún existe, y expresa sus anhelos, en eventos como el de ayer. Creo que el priismo se anotó un buen punto, y Meade por su parte, fue cauteloso, como es su estilo. En el boletín que difundió su equipo de prensa, según nos enteramos por boca del mismo vocero del PRI estatal, el dueño de la estafeta presidencial destacó el tema del combate a la corrupción, así como el de la inseguridad.
Pero también demandó respeto, en el caso de la investigación contra los ex gobernadores. Llamó la atención que, aquí el discurso de JAMK, sobre los ex, estuvo muy lejos de ser como en el estado de Veracruz, donde dijo públicamente que la traición de Duarte duele al PRI.
En resumen, el acto de apoyo hacia Meade, llevado a cabo ayer en el centro tamaulipeco, puso de manifiesto los logros del gobierno municipal, encabezado por el alcalde Almaraz. Definitivamente, a la hora de los hechos concretos, el que respondió con creces, brindándole el respaldo necesario a su candidato fue OAS.
Austero, y sin desplantes de boato y espectacularidad, naturalito, el mitin de La Salle, demostró que aquí en la región centro hay suficiente capital social.
Gran parte de esta gente es almaracista.
Con diez, como este político victorense, se gana el estado.
Habrá que ver si tienen arrastre, los candidatos llamados a arropar a Meade en el Tamaulipas 2018.
Mientras esto sucede, el país cada vez más se vuelve moreno
Mientras que el PRI peñista, con su candidato que no cuaja, sigue dando tumbos la MORENA obradorista, se dice, ya la tiene hecha en Chiapas, donde su arrastre electoral, se combina con los errores del presidente Peña Nieto, que al parecer se distanció del gobernador verde Manuel Velasco. En la tierra del Cañón del Sumidero, el abanderado obradorista es Rutilio Escandón Cárdenas.
Ya vayánle viendo a este personaje, cara del próximo gobernador. Por cierto, un saludo al victorense David Araujo Guerra, que sigue colaborando con el gobierno chiapaneco. David es de los buenos cuadros, que salieron de Tamaulipas, ante la intolerancia egidista. Sus servicios fueron contratados en el sureste, donde, hasta ahora, ha hecho un buen papel.
La reelección de Almaraz, la candidatura de Guevara por Mante y Garza Faz por Reynosa
Entre las versiones que se manejan más insistentemente en Tamaulipas, destacan la candidatura de Rigoberto Garza Faz, por la alcaldía de Reynosa, la reelección de Óscar Almaraz Smer en esta capital, y la ya casi confirmada candidatura de Alejandro Guevara Cobos, por su natal Mante.
En el caso de Guevara Cobos, es el único con capacidad de competir, dadas las condiciones actuales de la urbe cañera, y el perfil de AGC, en su relación con el sector castrense.
Todo esto, forma parte del platillo fuerte que se viene cocinando, desde hace meses, en las oficinas del CEN priista. Las alcaldías grandes, serán decididas en la ciudad de México, y a Checo le dejarán la morralla, o sea el chiquitiaje.
POSDATA.- Después de la visita de Meade, lo que sigue, es el destape de las candidaturas a las senadurías, en el PRI. Y casi enseguida, las alcaldías.