Resulta un verdadero aliciente para las proyecciones económicas del país, que la reforma más compleja y que tiene la mayor expectativa por la atracción de inversiones, sienta el claro precedente que avanza correctamente el futuro energético de México, con las recientes adjudicaciones en la cuarta licitación de la Ronda 2.4, aun con todos los detractores que pretenden posicionar su visión retrograda para regresar a una nación de economía paternalista cerrada.
Es importante que México no pierda el rumbo que tardó más de dos décadas para llegar a este punto en el que se empieza a cristalizar un futuro promisorio para el país y para los consumidores finales. La narrativa inicial que estuvo mal planteada sobre las ventajas que atraería la reforma energética, abonó más para los detractores que para el buen entendimiento de los consumidores; bajar las tarifas de energía eléctrica o evitar las alzas desmedidas de la gasolina, no era cuestión inmediata, es un asunto que lleva un tiempo que ya está llegando para el beneficio de todos.
Tan solo como ejemplo, en conversación con Alberto de la Fuente, presidente y director general de Shell en México, proyecta que dentro de cinco años estarán perforando 13 pozos, en las nueve áreas de las 19 contractuales adjudicadas en esta Ronda 2.4, dejando el resto para los siguientes diez años. En suma, todas las adjudicaciones estima el gobierno federal que generarán una inversión de 93 mil millones de dólares, proyectando duplicar la producción actual de barriles en la primera década; con ello, es una declaratoria pública que los inversionistas internacionales están confiando en la certidumbre del país en ese periodo.
Si bien, Alberto de la Fuente comentó que al consorcio anglo-holandés no le preocupaba quién será el próximo presidente de México, lo cierto es que las empresas energéticas están ocupados en darle puntual seguimiento a la próxima conformación de la Cámara de Diputados y el Senado de la República que son los que velarán que no cambie el rumbo del país. En conversación con otros empresarios multinacionales del sector, me argumentaron que el conocimiento que tenían sobre un aspirante –por tercera ocasión- a Los Pinos, era que terminaría –nuevamente- por no llegar, pero sí era de meritoria observación las posiciones legislativas que alcanzará.
Hace más de un año advertía a la nueva presidencia municipal de Matamoros que sería la Puerta de la Energía de México, argumentación basada en el análisis que realicé en octubre de 2016. Con el contexto actualizado en febrero de 2018, esta aseveración se reafirma porque cada bloque dejará una inversión aproximada de cuatro mil 500 millones de dólares, en los que Shell obtuvo cuatro campos de nueve ubicados en el Cinturón Plegado Perdido; y como sí fuera poco Chevron y Total descubrieron un nuevo yacimiento petrolero siendo el mayor de todo el Golfo de México, ubicado al sureste de Nueva Orleáns, a 120 kilómetros de la costa de Estados Unidos ¿Será que el nuevo puerto matamorense toma una mayor relevancia para el
sector energético? ¿Usted qué opina?
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