CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La ‘ordeña’ de combustible aumentó el año pasado 14 por ciento en territorio tamaulipeco, de acuerdo con el informe anual de robo de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex).
En 2017, elementos de seguridad federales y estatales detectaron mil 100 tomas clandestinas de hidrocarburos. La estadística muestra un incremento de 158 casos en comparación a 2016.
Tamaulipas es considerada una de las entidades donde se ha incrementado el combate a las células del crimen organizado que se dedican a extraer gasolina de los ductos de la compañía nacional.
En 2016, el estado pasó al segundo lugar en el delito, según las denuncias interpuestas ante la Procuraduría General de la República (PGR). A partir de ese año Guanajuato, Puebla, Jalisco, Hidalgo, Morelos, Veracruz y Estado de México encabezan el listado.
Durante el primer semestre del año pasado, la frecuencia en el robo se mantuvo por encima de las cien tomas. Para la segunda mitad los casos detectados bajaron entre 80 y 67 puntos de extracción.
Altamira, Manuel, González y Aldama son los municipios donde más roban combustible en el sur. El sistema de ductos instalados en Reynosa y Matamoros también son un centro de operación de los “huachicoleros”.
A partir de agosto de 2017, el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) se reunió con los alcaldes del sur de la entidad para pedirles colaboración en el combate a los ‘chupa ductos’.
El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y los mandos federales definieron medidas para el corredor por donde se encuentra el ducto Madero-Cadereyta. Éste es el tubo más ordeñado del país con hasta 3,500 litros de barriles al día, y la mayor parte del robo ocurre en la zona rural de Altamira y González.
La estrategia responde a que en junio elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encontraron en González un mega depósito de gasolina robada, con pipas, tractocamiones y 51 mil litros de combustible.
A nivel nacional, Pemex contabilizó 10 mil 363 tomas clandestinas a ductos de transporte. El incremento es de 50 por ciento de 2017 a 2016; en promedio, la delincuencia organizada hizo 28 tomas clandestinas por día en México.
El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida, rechazó que el Gobierno federal falle en la estrategia de combate al robo de combustible.
Los dos años anteriores representaron el despliegue de la estrategia de seguridad para disminuir la ordeña de combustible en sus ductos. Empero, el fracaso del plan se reflejó rápidamente en los informes mensuales de Pemex.
Las cifras publicadas por Pemex marcan un nuevo récord en este delito a nivel nacional y colocan al 2017 como el año con mayores “piquetes” a su infraestructura desde 2010, año a partir del que se tienen registros.
Por primera vez Guanajuato, donde Pemex tiene una de sus refinerías, se coronó como la entidad con mayor número de tomas clandestinas al sumar un total de mil 852, es decir el 18 por ciento del total.
Dicha entidad había cerrado 2016 en segundo lugar, con mil 309 tomas clandestinas.
En 2017 a dicho estado le siguió Puebla con un total de mil 443 “piquetes” a los ductos de Pemex, una cifra 6 por ciento menor a la reportada un año antes, cuando registró mil 533.
El tercer lugar se lo quedó Tamaulipas, Hidalgo con mil 64 y Veracruz con mil 12.
Sólo estos cinco estados concentran 62 por ciento del total de tomas clandestinas registradas en 2017.
El año pasado la ordeña de ductos también “prendió” en otras entidades donde este delito no era tan común, como la Ciudad de México que pasó de 16 tomas clandestinas en todo 2016 a 91 en 2017.
Estrategia
Pemex sostiene que para combatir este ilícito ha implementado una mayor vigilancia a los ductos, investigación a gasolineras que presuntamente venden el combustible robado, retiro de franquicias y hasta drones, sin que durante 2017 hayan cerrado la llave a la ordeña.
El año pasado arrancó con un “gasolinazo” que aumentó hasta en 24 por ciento los precios de las gasolinas, una de las razones a las que se atribuyó en un inicio el aumento de la ordeña de combustibles por medio de tomas.
Al año la petrolera nacional pierde alrededor de 20 mil millones de pesos por el robo de combustible en sus ductos.