“La vida comienza al otro lado de la desesperación” Jean Paul Sartre
El domingo siempre es un día con muchos matices, es el cierre de semana, es la conclusión de los 7 días, es el descanso y el convivio para muchos, es la misa tan esperada para otros, en fin, es un día muy diferente a los demás. Mi pasado domingo celebré el cumpleaños de un amigo, Rubén González, y en compañía de otro amigo, Guillermo Rodríguez, alrededor de las 3 de la tarde (con una cerveza en mano, sólo para degustar la comida cabe aclarar), empezamos a analizar la situación de nuestro país, de nuestro mundo en sí, y les decía lo que realmente creo: existe una nueva depresión.
Les platicaba del existencialismo, aquella corriente filosófica europea encabezada por Sartre, Camus y Kafka (escritores de primer nivel), la cual consideraba que la cuestión fundamental en el ser es la existencia, en cuanto a la existencia humana, y no la esencia, y que en relación al conocimiento es más importante la percepción subjetiva que la objetiva; pero lo relevante de esta corriente fue los tiempos en los que tuvo su apogeo, que fue entre guerras y después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué tuvo su “boom” en ese periodo? Muy sencillo, el existencialismo es muy analítico, pero es una lectura difícil, y es recomendable leerlo con ojo crítico, porque lo envuelve la depresión y la desesperanza, desde “El extranjero” de Camus, “La metamorfosis” de Kafka o “La náusea” de Sartre, uno detecta en las primeras páginas de esas lecturas, como los personajes principales de esas novelas son misántropos, es decir, sienten una aversión a los demás seres humanos.
¿A dónde quiero llegar? Actualmente en nuestro México, y en el planeta en general (a pesar de no estar en guerras formalmente declaradas), se percibe un fantasma que recorre las calles, creo que estamos en una época de neo-existencialismo, en otras palabras, la desesperanza, el odio, el coraje y la envidia se han adueñado de las personas, han logrado que ese mal inunde sus almas, no se sabe sumar, sino que se piensa que restando a quién se encuentra alado, se va a brillar más, y no, no es así.
Esta angustia o melancolía percibida en la sociedad, ni siquiera tiene que ver con rupturas o problema de relaciones humanas, como cualquiera pudiera pensar, va más allá, se encuentra ligado a la falta de fe que los mexicanos sienten, a sus instituciones, a su país, a su tierra, y no debe ser así, el neo existencialismo es bueno analizarlo, observarlo para ver con frialdad qué se puede mejorar y hacer, pero no dejemos que nuestro ser se oscurezca por la desesperanza, no le temamos al futuro a pesar de lo incierto que es, porque los malos viven y se desarrollan cuando tu alma se apaga, ganan cuando tu alma muere.
FUERA DE LUGAR… La PGR sigue dando de qué hablar, se ha convertido en un operador político más, en Nuevo León no se cantan mal las rancheras, se avecina un nuevo #FiscalCarnal. Son momentos para que la ciudadanía se empodere más, son oportunidades para revolucionar.
RECOMENDACIÓN SEMANAL: Canción “El niño que miraba el mar” del español Luis Eduardo Aute, una verdadera obra de arte.
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