Existen opiniones donde aseguran que el “efecto AMLO” provocará que MORENA obtenga en Tamaulipas buena cantidad de cargos de elección colocándose, como en el fútbol, en lugar preferente de la tabla de posiciones. Por supuesto aprovechando el abandono, mediocridad y apatía en las filas y CDE del PRI.
Sin embargo no será tan fácil. Cierto es que el sentido del voto parece inclinarse hacia “el Peje” para convertirlo en presidente de México pero eso de ninguna manera garantiza que por estos andurriales los abanderados de dicho partido obtengan el apoyo correspondiente. ¡No’mbre!, ni soñarlo.
Y es que señoras, señores, aceptemos que en nuestro estado quienes controlan y manejan MORENA han sobrevalorado su influencia y por lo tanto permanecen en el encanto del bienestar dejando que las circunstancias se acomoden a sus intereses.
El columnista ignora si AMLO está enterado del desorden imperante en la sucursal de su partido, es decir, del “apañamiento” de candidaturas y la irresponsabilidad con la cual se conduce la dirigencia encabezada por José Antonio Leal Doria y Enrique Torres Mendoza, enfrentados por razones fáciles de entender, a Renato Molina Arias, enlace en Tamaulipas.
Ni los unos ni el otro están a la altura del momento histórico que vive la república. El asunto es que la mayoría de quienes lucen como “amarrados” en las respectivas candidaturas cuentan con historias muy distantes del proyecto MORENA, incluso de los objetivos fundamentales de AMLO que incluyen el combate real a la corrupción e inmoralidad política, concretado en las máximas de “no robar, no mentir, no traicionar al pueblo”.
Se publicitan nombres en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Victoria y Tampico más identificados con los antiguos corsarios de alta mar que con el interés mayoritario de justicia y mejor calidad de vida social. Los más, “forjados” en la turbiedad del drenaje político.
Usted preguntará, ¿de dónde y por qué surgieron?…elemental: de la ambición por adquirir poder, notoriedad y en muchos de los casos por conservar e incrementar impunidad. Y ni modo que sea invento.
Y es en este punto donde el ciudadano que vota está cierto de que la mayoría de los mencionados no debieran aparecer ni siquiera en la banca de los suplentes.
Lo raro, rarísimo, es que MORENA los adopte sin otro mérito (si así se le puede así llamar) que estar señalados por la sospecha y la duda en el ejercicio de la administración pública.
Es una pena entonces, que en Tamaulipas el proyecto MORENA se cuantifique por la mezquindad y no por la seriedad que demanda la historia. Decepciona también observar la rebatinga por las candidaturas que nada tiene que ver con la democracia partidista y mucho menos con la moral política. He dicho.
“INDEPENDIENTES” EN LA MIRA
Ahora resulta que cuando menos dos aspirantes “independientes” salieron peor de “transas”. Tratase de Jaime Rodríguez y Armando Ríos Piter, mismos que de acuerdo a las primeras investigaciones del INE falsearon entre el 50 y el 80 por ciento de las firmas exigidas para lograr la candidatura.
De resultar cierto, ambos quedarían ¡out! de la contienda presidencial al margen de la condena pública por las mismas razones.
Ya sabéis que el objetivo de los “independientes” es disminuir la votación de MORENA y a su candidato y para esto ni mandado hacer “el bronco”, por ello extraña que el INE esté a punto de regresarlo por donde vino.
¿Será que Margarita Zavala ofrece mayor garantía pa’ golpear a AMLO?… ¿Qué tal si a estas alturas del partido la estrategia oficial es eliminar los más obstáculos posibles para facilitar el ascenso de Meade?, o sencillamente “el bronco” y Ríos Piter “se salieron del huacal” convirtiéndose en un peligro para el candidato tricolor…a lo mejor, quizá, tal vez, igual y sí, es probable…uno nunca sabe.
Lo cierto es que “dada la enjundia” con que el INE trata el caso, lo más probable es que al supremo gobierno ya no le interese seguir manteniendo las expectativas sobre los presuntos falsificadores de firmas.
Sea como fuere, por lo pronto “el bronco” y Ríos Piter estarían ubicados como delincuentes electorales hasta que demuestren lo contrario, si es que lo demuestran si no, psss no.
Y hasta la próxima.