Falfurrias, Texas.- La enfermería es su profesión y la practicó por siete años en un hospital, pero para el agente, José Puebla, no era suficiente y le dio un giro a su carrera.
Se sumó a las filas de la Patrulla Fronteriza y desde hace 20 años forma parte de Borstar un equipo especial de agentes de búsqueda y rescate de inmigrantes indocumentados.
Puebla, de descendencia mexicana, junto a sus compañeros peinan las zonas más peligrosas del sur de Texas.
Pueden ayudar a una mujer dar a luz, o practicar una traqueotomía (orificio en cuello para ayudar a respirar), entre muchos otros procedimientos.
Trabajan en sus patrullas, pero a veces tienen que caminar largos tramos difíciles cargando equipo que fácilmente pesa las 50 o 60 libras, con camillas, suero, tanques de oxígeno, aparatos para medir presión, azúcar, oxígeno, etc., intentando mantener a la persona con vida hasta llegar a un hospital.
Se acompañan de perros Belgas o Pastor Alemán entrenados especialmente para rescate, pero no solamente para la Patrulla Fronteriza.
En ocasiones, estos bien entrenados agentes son contratados por gobiernos de otros países para que apoyen a sus departamentos policiales, como ocurrió recientemente en El Salvador.
A pesar del esfuerzo, en ocasiones llegan demasiado tarde, encontrando solo sus restos, sin embargo, es un evento afortunado pues aquí el número de “desaparecidos” es elevadísimo.
“Es muy triste encontrar a alguien muerto… vinieron buscando algo mejor”, dice Puebla, sin embargo, agrega, encontrarlos “da paz a las familias”.
Datos de la Patrulla Fronteriza indican que en el pasado año fiscal 2017 que inició en Octubre de 2016 y terminó en Septiembre de 2017, un total de 104 inmigrantes fueron encontrados muertos. La mayoría de los hallazgos ocurrieron en Falfurrias, conocida ya como “La Ruta de la Muerte”.
En Falfurrias a unas 70 millas al norte de México hay un punto de revisión migratoria. Los indocumentados guiados por “coyotes” lo rodean y se internan en tierras desérticas, donde en verano, la humedad es altísima y en invierno el frío insoportable.
Son 50 kilómetros que los extranjeros deben caminar, sin agua y comida suficiente cargando su precaria salud, cansancio, mala condición física y por si fuera poco, cuando ya no pueden avanzar, son abandonados a su suerte por el contrabandista.
El Sector Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza sigue ocupando el primer lugar en cuanto a aprehensiones de inmigrantes indocumentados.
En el pasado año fiscal fueron detenidos ahí un total de 137 mil 562 extranjeros sin documentos migratorios, de ellos 107 mil 909 eran centroamericanos, según datos de la agencia federal.
Pero aún hay más, del total de las familias que cruzan por toda la frontera sur, el 60% cruza por el valle del Río Grande por ser, geográficamente la frontera norteamericana más cercana para ellos.
En este invierno de temperaturas congelantes, decenas de inmigrantes han sido encontrados muertos por hipotermia.
Ignoraron tal vez que marcando desde cualquier teléfono celular el 911, no importa si el teléfono está activado en México o Centroamérica u otro país la ayuda llegaría.
Es verdad que una vez rescatados los inmigrantes serán irremediablemente deportados, pero por lo menos no se sumarán a las estadísticas de desaparecidos y podrán ver a sus familias de nuevo.