El destino de Eugenio Hernández Flores es el Estado de Texas, donde un juez le reclama por diversos delitos, pronto se irá a menos que algo extraordinario suceda, el viernes la Secretaría de Relaciones Exteriores informó y le notificó que había aceptado la petición de los gringos para llevárselo y juzgarlo allá, ¿qué va a decir Geño a los güeros sobre sus paisanos cuerudos?
Así es mis queridos boes, mas allá de los delitos que el ex gobernador presuntamente cometió en Texas y por los que será juzgado, habrá que estar muy atentos a lo que una vez sentado ante la autoridad americana pueda decir para obtener beneficios legales.
Es esto último lo que debe haberle quitado el sueño a más de uno en Tamaulipas, porque hay fortunas que se amasaron al cobijo de la amistad con el ex gobernador, hay fortunas que se multiplicaron gracias al amparo de la relación de negocios, familiar y sentimental con quien hoy sigue preso en el penal de Victoria.
Hay en la capital de Tamaulipas mansiones que gritan a los cuatro vientos que fueron construidas bajo el auspicio de la corrupción, el tráfico de influencias y el agandalle descarado.
Hoy son esos potentados que nacieron en el sexenio geñista y que a su terminación estaban hinchados de lana en cuentas mexicanas, americanas y en otros paraísos fiscales, los que ocupan pastillas para dormir, sabiendo que una vez que Hernández Flores, una vez en manos de los gringos, recibirá la oferta de entregar a otros peses gordos para que la justicia americana les eche el guante.
Y es que en los tres sexenios anteriores al actual en Tamaulipas, funcionario de primer nivel que se jactara de ser exitoso, tenía que tener mínimo una cuenta bancaria con algunos millones de dólares en los Estados Unidos, presumir de una buena casa en el Valle de Texas, Houston u Austin, de lo contrario era imposible que le creyeran que era del círculo cercano al mandatario, ahora en desgracia.
Son esos los que ya deben estar temblando, porque recordemos que la desgracia de Geño es derivada de declaraciones de otros personajes que cayeron en las garras de la justicia de aquel y que decidieron ofrecer en bandeja de plata a quien los volvió ricos.
Es decir; cada que un tamaulipeco es detenido en Texas habla hasta por los codos y le pone el dedo a los que antes eran sus cuates; Mónica Roca, Rodríguez Berlanga, las muestras más recientes.
¿De quién podría hablar Eugenio Hernández con los fiscales gringos?, tal vez de más de un secretario de su sexenio a los que los güeros les pudieran quitar montones de millones de dólares en propiedades o cuentas bancarias, uno que otro funcionario federal, un buen puñado de ex alcaldes y desde luego no pocos empresarios de los que multiplicaron sus fortunas gracias a los negocios que hizo con ellos.
Porque parece que cada que cae alguien en manos de los americanos, el idioma, la debilidad jurídica, la falta de amigos hace que todos hablen.
Pero Geño podría incluso hablar por otras motivaciones, el abandono de los que se decían sus cuates por ejemplo, esos que lo negaron apenas cruzó el portón del Penal de Tamatán el 6 de octubre pasado.
Porque desde esa mañana no hubo amigos poderosos para el ex gobernador, desde ese día hasta los que comían de su mano lo negaron mil veces y simplificaban su relación con el ex gobernador con un simple: trabajaba en su gobierno pero no era mi amigo.
Supongo que ahí en el encierro, Geño debió extrañar a los que le amenizaban las grandes pachangas en Casa de Gobierno, le festejaban cada chiste y veían en el azul de sus ojos el paraíso que creían nunca iba a terminar.
Esos insisto, son los que tienen que tener miedo, porque el ex gobernador ya sabe a lo que va, sabe que cometió ilícitos que tendrá que pagar, lo sabe porque por eso se lo llevan, pero sus ex amigos hoy deben estar con la incertidumbre de quien sabe que tiene pecados capitales y no sabe si el juzgador lo tiene en la mira.
Paradójicamente, Geño fue por seis años y tal vez más, el fiel de la balanza en Tamaulipas, hoy a la vista de todos sufre las consecuencias de sus excesos, pareciera en la lona, pero desde ahí tiene en sus manos el destino de muchos que si él se decide podrían irle a hacer compañía en Texas, sin necesidad de visa… por cierto con la desgracia de Geño se cumple, al menos en él, la promesa del gobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca de que el que la hizo la pagará en su discurso de arranque de sexenio.
Tramposos…
También el fin de semana nos enteramos de que Jaime Rodríguez y Armando Ríos Piter no irán en las boletas electorales como independientes, porque transaron, engañaron, falsificaron en la recaudación de firmas de apoyo que les pedía el INE para ser inscritos.
Además de la vergüenza que ninguno de los dos ha mostrado, el Gobernador con licencia de Nuevo León, insiste en ser incluido, ayer se registró o al menos llevó papeles a la autoridad… ¿y los delitos electorales que cometieron en la búsqueda de firmas quedarán impunes?.
Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong