Cuando a Ramiro Ramos Salinas, subsecretario de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) le comunicaron que iba en el lugar número 17 de la lista de candidatos a las diputaciones federales por la vía plurinominal, el tamaulipeco no pudo evitar un gesto de desánimo y decepción.
Tras digerir ‘la noticia’, el ex presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado notificó a su jefe inmediato que se iba a tomar unos días en su tierra, Nuevo Laredo.
– ‘¿Vas a regresar?’-, le preguntaron al ex legislador fronterizo. Su respuesta fue una enigmática sonrisa, la que contuvo la molestia, el coraje y, sobre todo, la frustración por no ser tomado en cuenta en una posición de mayor relevancia en el privilegiado listado de aspirantes por la ruta fácil de la representación proporcional para llegar a San Lázaro.
Ese es el mismo sentir de la clase política priista tamaulipeca, la que fue despreciada, marginada y relegada por el CEN del PRI que preside Enrique Ochoa Reza, alias ‘Clavillazo’.
Por supuesto, el presidente nacional del Revolucionario Institucional solamente sigue instrucciones precisas que le dan en Los Pinos.
Desde que llegó Enrique Peña Nieto a la silla presidencial prácticamente no le dio jugada política a los priistas tamaulipecos. Ni siquiera ‘el carro completo’ del PRI en Tamaulipas
en la elección federal de 2015 fue relevante o trascendente para el señor del copete, cuyos ojos sólo están puestos en el Estado de México y en la tecnocracia neoliberal.
Con la derrota de 2016, cuando el tricolor tamaulipeco pierde la gubernatura en un hecho histórico frente a los vientos del cambio enarbolados por Francisco García Cabeza de Vaca, el desprecio del CEN en contra de la clase política priista se recrudeció y se manifestó de una forma concreta: tardó un año y medio en enviar un delegado partidista a la entidad. Y ojo: es un delegado de ‘medio pelo’, cuyo nombre nadie recuerda. Eso ya fue saña de Enrique Ochoa Reza, alias ‘Clavillazo’.
El golpe más reciente del Comité Ejecutivo Nacional del Grupo Atlacomulco y Tecnócrata Neoliberal, perdón, del Revolucionario Institucional, en contra de su militancia en Tamaulipas fue el rotundo desprecio plasmado en la lista de candidatos a diputados federales por la vía plurinominal en la Segunda Circuscripción.
Solamente un nombre fue colocado en una posición de privilegio, en el cuarto lugar de la lista priista de representación proporcional: Mariana Rodríguez Mier y Terán (descendiente del coronel Manuel Mier y Terán, quien formó parte del movimiento de Independencia en México y que fue el primer Ministro de Guerra y Marina del país. El militar, después de andar de ‘revoltoso’, se suicidó en Padilla).
Mariana Rodríguez Mier y Terán es hija de Manuel Rodríguez Morales, secretario de Obras Públicas en el sexenio pasado y uno de los amigos más cercanos del ex gobernador Egidio Torre Cantú.
Ella es esposa de Aureliano Salinas Hernández, hijo de Aureliano Salinas Peña, actual delegado de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) y de la diputada local Susana Hernández Flores, hermana del ex gobernador Eugenio Hernández Flores, que está a punto de ser extraditado a Estados Unidos para ser sometido a un juicio por lavado de dinero.
Magistrada de la Cuarta Sala Unitaria en Materia Penal de la Suprema Corte de Justicia de Tamaulipas Mariana Rodríguez Mier y Terán es hija y descendiente del poder, de la élite del poder de Ciudad Victoria. Durante 12 años, sus familiares más cercanos ejercieron el control y el presupuesto del estado.
Sin embargo, a diferencia de muchos ‘juniors’ de la clase política tamaulipeca, Mariana Rodríguez Mier y Terán es una mujer muy preparada, con trayectoria académica: Licenciada en Derecho por la Universidad Iberoamericana, cuenta con dos Maestrías, una en Derecho Internacional, cursada en Washington, en Georgetown University, y otra en Derechos Humanos. También ha estudiado diversos Diplomados, entre ellos Estudios Parlamentarios y el Proceso Penal Acusatorio y Oral. De paso, hace un año, tomó el curso ‘Mujeres y Poder’, en Harvard. Habla, además, inglés y francés.
A diferencia de lo que se cree, la nuera de Susana Hernández Flores e hija de Manuel Rodríguez sí es militante del Revolucionario Institucional. Incluso, ha sido consejera estatal durante 12 años, la suma de los sexenios de Eugenio Hernández Flores, el extraditable, y Egidio Torre Cantú, que vive muy ‘relax’ en San Pedro.
La molestia y el enojo de la clase política priista por no ser tomada en cuenta por el Comité Ejecutivo Nacional en los listados pluris para las Cámaras de Diputados y de Senadores se canalizó, con cierta razón, en contra de Marianita, uno de los símbolos del poder que ejercieron ‘Geño’ y Egidio.
Pero el verdadero problema para el priismo estatal se encuentra en el gobierno federal y, en particular, en quienes forman parte del Grupo Atlacomulco y de la corriente tecnócrata neoliberal. Fueron ellos quienes, una vez más, despreciaron a la maltrecha clase política tricolor tamaulipeca.
ERASMO Y OSEGUERA TRABAJAN EN EQUIPO
Los que ya se encuentran trabajando en equipo y en plena coordinación son Erasmo González Robledo y Adrián Oseguera Kernion.
El candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ a la diputación federal por el Séptimo Distrito, Erasmo González, y el virtual candidato de Morena a la alcaldía de Ciudad Madero, Adrián Oseguera, mantienen una comunicación constante y productiva en materia de organización rumbo al proceso electoral, el cual está a punto de iniciar en el escenario federal: el viernes 30 de marzo.
En ese contexto, por cierto, Erasmo González se reunió ayer con integrantes del Partido del Trabajo (PT) en Altamira, en un encuentro convocado por Armando Vera García, coordinador petista. Ahí se establecieron las primeras líneas de acción para afrontar la elección en el Distrito Siete.
Y PARA CERRAR…
Elvia Holguera Altamirano, candidata del PRI a la diputación federal por el Octavo Distrito, con cabecera en Tampico, entregó ya su ‘spot’ que será transmitido en televisión una vez que inicie la campaña electoral.
Sorpresa: La aspirante priista aparece practicando la natación y el ciclismo (le gusta el deporte, una faceta desconocida de la candidata). Seria como es, tampoco hace locuras, simple y sencillamente transmite su forma de ser. Buen punto.
