El jueves 12, invitado a la sesión del Club Rotario Victoria,tuve la oportunidad de charlar sobre el arte en Tamaulipas y sus artistas. Un leve planteamiento histórico de las obras y para después abarcar a los maestros fundamentales del arte y las jóvenes promesas que consolidan un territorio plástico y un cambio de actitudes.
Inicié con las breves palabras que el Ingeniero Marte R. Gómez, dedicara a Ramón García Zurita en ocasión a su primera exposición en la Ciudad de México, “ en Tamaulipas la Colonia llegó muy tarde, nosotros no heredamos grandes obras arquitectónicas, y nuestro escudo debería tener el nombre de nuestros artistas”, cito de memoria.
Ciertamente que llegamos muy tarde, y lo poco que tenemos ha sido descuidado fatalmente.
Las obras de nuestros 5 grandes, Ramón Cano Manilla, Alfonso X Peña, Ramón García Zurita, Mario Fuentes y David Celestinos Isacs, permanecen en el olvido.
El olvido de no estar en nuestra conciencia cultural, el olvido de los olvidos al no valorar su obra en justicia estética.
A Ramón Cano, su obra, no ha sido puesta en conocimiento en la educación en Tamaulipas, su obra mural no aparece en el mapa de las artes del estado. En la magnífica administración de Américo Villarreal Guerra se editó un libro con su obra. Antes, muchos años antes, había yo comentado la obra de este gran muralista y educador. En textos periodísticos, que posteriormente fueron plagiados y publicados como libro, episodio que hice público, por un poeta que murió recientemente.
A Xavier Peña, su excelente obra mural “la Comedia y la Tragedia”, sigue cubierta en los muros del Teatro Juárez perteneciente a la UAT, y la obra mural del gran pintor y maestro Ramón García Zurita, en las escalinatas oriente y poniente de Palacio de gobierno, continua en el abandono a lo largo de 55 años. La obra mural de mosaico veneciano de David Celestinos, por fortuna el propio artista la restauro.
La obra escultórica de Mario Fuentes, nacido en Gruillas, y becado por el gobierno de Tamaulipas, es poco conocida por nuestros coterráneos, si en Nuevo León, donde sus esculturas son patrimonio de ese formidable estado.
A estos excelentes artistas, se une el mural de un victorense, desconocida totalmente por el público, me refiero a Miguel Ángel Boliver, que realizó en 1975 una hermosa mural en el lobby del antiguo de Edificio de Turismo en Avenida Juárez, obra que tuve la oportunidad de admirar todos los días y charlar con el pintor porque trabajé por 12 años en CONASUPO y en ese edificio estaba la dirección general de la compañía.
Se apunta en estos la obra del magnífico pintor Pedro Banda Salazar, hasta entonces desconocida totalmente, y que tuve la buena fe de proponérselo a la administración del gran gobernador Emilio Manautou y rescatar a este artista de la oscuridad de la Ciudad de México.
Después viene una cauda de buenos artistas entre pintores y escultores la enorme figura de Anastasio Téllez Sánchez, en Casa del Arte, ganador de la Primera Bienal de Escultura del Museo de Arte Moderno, Y sus dos obras escultóricas forman parte de la colección del museo en la Ciudad de México. El maestro grabador José Sánchez y el grabador Rosendo Méndez, ambos maestros de grabado de Emilio Rodríguez y mío. Ignacio Yépez Zurita, Rodolfo Dizner Claveria, todos con calificación de diez en Casa del Arte. Enseguida enumero a otros excelentes artistas como el escultor Juan Carlos Canfield, Gustavo Sánchez Tudon, Artemio Guerra Garza, Mary Carmen Aguirre, Marcia Diez, Gesica Gadga, Jorge Yapur, Olga González, Biby Zarate, Arturo Nochebuena, Litz Hinojoza, Othon Castañeda, entre otros, que por hoy escapan a mi memoria.
Y en nuestros días, estamos contagiados por el arranque de artistas agrupados en “Tierra de Nadie”, que abre paso a cineastas, escultores, teatrero, pintores, dibujantes, fotógrafos, danzantes, guionistas, en una tierra de nadie que se han apropiado con extraordinaria fuerza.