Al tiempo que acumula encuestas que lo dan como favorito a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador colecciona también enemigos mayores que podrían causarle desde serios dolores de cabeza, hasta descarrilar su proyecto rumbo a Los Pinos.
Así es mis queridos boes, Reforma publicó ayer su última medición en la que el tabasqueño apareció con 48 puntos, seguido de Ricardo Anaya con 26 y José Antonio Meade muy atrás con 18; debió ser un día para festejar como lo han hecho los suyos desde hace meses, pero fue un tercer día como para ponerse a pensar, luego de que el sindicato de industriales, el de los ricos del Consejo Coordinador Empresarial anunciara de alguna forma una ruptura con él.
Y es que tras haber puesto el tema del nuevo aeropuerto sobre la mesa, AMLO había pactado con el Consejo Coordinador Empresarial una mesa de diálogo en la que planteó 15 expertos, cinco de el, cinco de los empresarios y cinco del gobierno para que analizaran y dieran un veredicto sobre la obra.
Pero el lunes el Peje lanzó una gacetilla animada donde fijaba su negativa al aeropuerto, antes de dialogar, por eso primero el lunes Carlos Slim salió a cuestionar la postura del tabasqueño y ayer el CCE canceló la mesa de diálogo advirtiendo la intolerancia del de Morena
“Nos parece inocuo continuar con una discusión en donde no estemos de acuerdo y observamos que el señor candidato de Morena no escucha, y si no escucha, no tenemos nada que agregar al respecto”, dijo Juan Pablo Castañón, presidente del CCE.
La de ayer de hecho fue una jornada de discordancias totales entre la IP y el candidato puntero, porque también la COPARMEX fijó su postura sobre la obra y también es contraria a la del López Obrador, asegurando incluso que diga lo que diga éste, la obra va.
“Lo digo con claridad: para nosotros este tema de debate está cerrado, en la Coparmex tenemos la convicción de que es una obra que se tiene que ejecutar”, dijo Gustavo de Hoyos, líder de la COPARMEX
“Vamos a esperar que se lleve a cabo la elección, ver quién está al frente de las autoridades, cómo se organiza, pero lo digo claramente, esta obra se va llevar a cabo”.
¿Dónde está Alfonso Romo el asesor de AMLO y enlace con los empresarios ante esta crisis?, hace muchos días que no dice nada.
¿Por qué Tatiana Clouthier se ha callado los últimos dos días y tampoco defiende a su jefe ante la clara embestida de los hombres más importantes de la industria del país?
Ojo señores, no se trata sólo de que AMLO haya recuperado la imagen que le pintaba como un peligro y enemigo de los empresarios del país, sino de la respuesta que estos, insisto, puedan dar ante la pelea declarada de sus dos máximos organismos y del propio hombre más rico de México a las posturas de cerrazón del tabasqueño.
Porque Slim no es solo un voto, ni los de sus hijos, el dueño de Carso, Telcel y una docena más de empresas podría por sí sólo representar miles de sufragios.
Un informe de las empresas de Slim revela que a principios del 2017 tenía ni más ni menos que 286 mil empleados; lo que significa que influye directamente en más o menos 1 millón 200 mil personas, si calculamos que a los que les paga mantienen al menos a 3 más.
Ni hablar de los votos en los que pueden influir los del CCE y la COPARMEX, hablaríamos de varios millones de empleos directos y los votos indirectos en los que estos pueden influir.
Bastaría con que los patrones adviertan la posibilidad de afectar las fuentes de trabajo si gana el Peje, como para mover a la reflexión a los votantes.
No digo que vayan a convencer a todos, pero podría darse el caso de que le declaren una guerra abierta y amenacen con retirar sus capitales del país ante su distanciamiento con el eventual próximo presidente.
Porque AMLO no se ha medido cada que alguien no piensa como él, igual que como digo contra Slim de que Peña Nieto lo estaba usando, ayer dijo lo mismo del dirigente del CCE, al que hace apenas una semana le estrechó la mano.
Insisto, AMLO puede con sus posturas dictatoriales hacer lo que Anaya y Meade no han podio solos ni juntos: bajarlo en las encuestas y hasta poner en riesgo la Victoria que hoy todavía se antoja asegurada para él.
Nada para nadie…
La campaña para las alcaldías de Tamaulipas no comienzan aún y ya hay personajes que se declaran ganadores; es más ni candidatos oficiales son.
Unos presumen alineamientos de quienes antes militaban en partidos opuestos, promocionan fotos con el que se deje y si son poderosos mejor.
Otros trepados en la ola nacional arrolladora de San Peje hacen lo propio y se echan a la hamaca seguros de que los arrastrará a la Victoria. Unos más se dejan convencer por encuestas de caricatura que les aseguran el triunfo.
Pero pocos o casi nadie está haciendo el trabajo ahí con las bases, con los de a pie, convencidos que con los de arriba basta para ganar, cuando muchos de los de arriba el 1 de julio andarán en sus mansiones de Texas o más allá.
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