MÉXICO. En un futuro no lejano varias especies animales podrían estar viviendo fuera de sus ecosistemas correspondientes, un ejemplo sería encontrar a un puma viviendo en la pradera aunque ellos prefieran los bosques en la montaña o un cocodrilo adentrándose en el mar.
Algunos de los factores que pueden provocar este cambio muy drástico son el cambio climático, la tala inmoderada, la ampliación de campos de cultivo y la urbanización desenfrenada ha obligado a muchas especies animales a mudarse de hábitat.
Este problema afecta a los animales que están en vías de extinción. Esto ha hecho pensar a los científicos que el proceso se limita en encontrar nuevas zonas similares a las que se han vistos obligados a abandonar.
Una investigación que realizaron especialistas de la Universidad de Duke en Estados Unidos, encontró que gracias a programas de conservación, algunas especies de grandes depredadores marinos y terrestres no solo han recuperado de manera paulatina sus poblaciones, sino además algunos animales están regresando a sus ecosistemas naturales que fueron invadidos por el ser humano o con distintos nichos naturales, los cuales se han adaptado.
El investigador Brian Silliman involucrado en esta investigación comentó que “la suposición, ampliamente reforzada en medios científicos y populares, es que estos animales viven donde viven porque se especializan en su propio hábitat.
“Los caimanes aman los pantanos; las nutrias marinas les va mejor en los bosques de algas en aguas salada. Ahora que se están recuperados, nos sorprenden demostrando cuán adaptables y cosmopolitas son en realidad”, añadió.
Al estudiar este tipo de comportamientos de adaptación, se podrá ayudar a los conservacionistas a mejorar las condiciones de los ecosistemas que se ha colonizado nuevamente e investigar otros sitios para que puedan convertirlos en refugios para aquellas especies que huyen de las amenazas provocadas por el clima y los humanos.
CON INFORMACION DE ADN 40.