* El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
El escribidor supone que el evento del domingo anterior en la capital del país significó la última oportunidad para que el PRI “reposicione” a su candidato presidencial. Después de ello poco queda, por no decir que nada, nadita de nada.
De ninguna manera es un “manotazo” de Meade, sino el reclamo de los profesionales que pretenden salvar a su partido. Por ello no extraña la reaparición de símbolos, compañeros inconfundibles de los días de gloria. Las escenas observadas son de triunfo pero falsas, sea que pertenecen al surrealismo propio de la “grilla” institucional.
Los priistas saben mejor que nadie que empiezan a sufrir una derrota anunciada aunque lo disfracen con discursos y “porras” a favor de un abanderado que les sigue siendo desconocido. Y aunque la disciplina cuenta, ha sido insuficiente para sostener una candidatura afectada por errores de origen en la cual el presidente Peña Nieto debió escuchar otras voces.
El domingo entonces, el PRI decidió entregar alma, vida y corazón y llegar hasta la muerte buscando la victoria, según las expresiones del abanderado presidencial quien de esta manera compromete no solo el futuro del partido sino la integridad física de su militancia, digo, si es que literalmente interpretamos “lo que intentó decir” .
Se trata de “morir en la raya” que no es cualquier cosa. En este caso los priistas van a la guerra con armas de juguete, es decir, directos al sacrificio. Y ni modo que sea invento.
¿Hasta dónde influirá el acto en cuestión sobre el ánimo de los votantes?. Es fácil de comprobar cuando las encuestas no muestran avance para Meade a diferencia de sus principales adversarios quienes parecen cazar los puntos extras que van quedando en el camino.
A cómo evoluciona el proceso haga de cuenta que se trata de un juego de fútbol donde el equipo goleado va solo por la anotación “de la honrilla” en los minutos finales, sin posibilidad de triunfo pero inyectado con la última dosis de oxígeno (sin importar que esté contaminado).
Estamos a mitad de las campañas y en el PRI exigen lo imposible antes de enfrentar la inexorable tragedia. Es un ejercicio de imaginación que por lo mismo, nada tiene que ver con la realidad.
VICTORIA, ¿ALCALDE HUMANISTA?.
Ya sabéis que pronto iniciarán las campañas locales en Tamaulipas y que la contienda se centra en dos “frentes”. Uno encabezado por el PAN y el otro por MORENA y de acuerdo al sentir público la diferencia no es de muchos puntos con todo y que el tricolor “pinta” en tres municipios con las dificultades propias de las circunstancias.
En este escenario y por razones fáciles de entender la capital del estado significa especial importancia. Es un asunto de orgullo. Aquí surge la candidatura de Xicoténcatl González Uresti. Se la ofrecieron y aceptó y es de creer que responde a su vocación social.
Este popular médico es un humanista que el PAN, PRD y MC seleccionaron para competir en el municipio quizá más complicado. ¿Porqué él y no cualquier otro?. Elemental: Xicoténcatl es quien la merece y a las pruebas se remite.
ENCUESTA DE ENCUESTAS
Importa observar las encuestas y entre más serias, mejor, como sucede con la de Bloomberg, empresa de medios que diera a conocer este martes. Al corte del 6 de mayo Anaya gana
un punto y AMLO pierde otro mientras que Meade marca definitiva tendencia a la baja. Sea sin evidencias de probable repunte.
Así aparece AMLO con 46.2 por ciento, Anaya 30. 9 y el candidato priista apenas con 17.
Es importante insisto, por la sencilla razón de que permite a los votantes dar el seguimiento adecuado, sobre todo para evitar las sorpresas desagradables de otros tiempos.
SUCEDE QUE
Pareciera que al PRI tamaulipeco se le cargan las desgracias (por no decir “las pulgas igual que a los perros flacos”). Como si no tuviera suficiente ahora está en riesgo de desalojar ipso-facto (sea “de volada”), inmuebles que no le pertenecen como el histórico que ocupa la Liga de Comunidades Agrarias y sindicatos campesinos.
En este caso “la raza” no cree que Tino Sáenz Cobos reclame “derechos de posesión”… ¿O sí?.
Y hasta la próxima.