Los debates que en México ya se han puesto de moda, están sirviendo solo para dos cosas: para nada y para pura…farsa. Los dos espectáculos que hemos presenciado en cadena nacional, con mucha interferencia y dificultad para entender, qué es lo que trae cada uno de los cuatro presidenciales en su plan para gobernarnos, sólo han representado un gasto oneroso de recurso público y mucha tinta en medios. Y estamos como al principio.
El lucimiento de un personaje en un foro seguido por millones en redes o medios tradicionales (más de doce millones de espectadores, reporto el INE, en el segundo debate), no garantiza que sea bueno para gobernar, porque puede tener empatía, dominio del micrófono y de la escena, puede ser elocuente para contarnos cuentos y tener magia para embrujar, para enamorar, puede conectar con el público presente y el virtual, puede inventarnos fantasías y hacernos soñar con sus deseos, pero al final, nos deja con la desilusión, que para lo que estamos buscando, no sirve ninguno.
En el caso de la elección local para Tamaulipas, donde la disputa está entre las candidaturas al senado, diputaciones federales y las alcaldías, estas últimas, por vez primera con la reelección, menos nos serviría un ejercicio como este. Para empezar, no habría cobertura para todos las audiencias en el estado; por redes, la comunidad en zonas marginadas o rurales no tendría acceso; con público, en algún auditorio serían contados los asistentes y, sólo de regiones urbanas; de los participantes, si no van todos, no habrá equilibrio, ni pluralidad.
Entonces ¿Tiene caso aquí? La autoridad electoral insiste que sí está preparada, pero los medios no están interesados y algunos candidatos tampoco, sólo los que van abajo en las encuestas piden foro y, eso porque desean aprovechar cualquier aire, cuadro o micrófono disponibles y, más si es gratis, para lanzar arengas ya gastadas.
Peor aún, cuando esta idea de hacer un debate entre senadores, nació manchada con mala comunicación de origen, con la supuesta anuencia de solo dos partidos, el PRI y el PANAL y, la inconformidad del PAN. Para las alcaldías pasa lo mismo, los candidatos que buscan debatir, son los que van abajo en las encuestas locales, como es el caso de NAYMA KARINA, en Victoria.
Así que, el espectáculo local, región 4, puede esperar para después, por lo pronto, nos perderemos de un show de temporada más, al puro viejo estilo de “el rival más débil” o “¿Quién quiere ser millonario?”
En Boca Cerrada
Cinco hombres y una mujer contienden por la alcaldía de la capital tamaulipeca; suman seis candidatos para el mismo puesto y, están ahora mismo, sudando la camiseta, prometen lo mismo agua potable, pavimento y seguridad pública, se reúnen con los mismos colonos o grupos representativos de la sociedad, solo con horas de diferencia; escuchan los mismos problemas de siempre, pero no debatirán y, al final, sólo dos apretarán el paso.
En la nube
#NombreSonUnosGenios.- Con poca imaginación los mercadólogos de los políticos, ya ni saben a quién recurrir para vender a su candidato. Los de MEADE, tuvieron la ocurrencia de fusilarse el temazo de “This is me” y, descomponerlo, para moverlo en sus redes.
@LupitaEscobedoConde