Unos días antes del segundo debate señalé que Ricardo Anaya y compañía tenían lo que parecía ser su última oportunidad de acercarse a Andrés Manuel López Obrador y darle competencia el 1 de julio, que si en diez días luego del mismo no ocurría eso, la elección estaría decidida, Reforma nos dio ayer la respuesta: el arroz ya se coció a favor de AMLO, aunque hay quienes le atizan con la intención de que se queme.
Así es mis queridos boes, la encuesta del medio impreso más respetado en ese tipo de ejercicios dio a López Obrador 52 por ciento, lo doble que Anaya en el segundo con 26 y José Antonio Meade aún más rezagado con 19, lo que antoja un cambio de posiciones casi imposible.
Y más allá de que si Jhon Ackrrman dio desde una noche antes el resultado cuando aún Reforma no lo publicaba y eso es sospechoso, la realidad es que los cuatro puntos que sube el Peje no son lo relevante de la medición, sino que los que lo persiguen lejos de avanzar se han quedado bien atrás.
La diferencia por ejemplo con Meade, es de 33 puntos, aún con ello René Juárez el dirigente nacional del PRI insiste en que van a ganar y que para el 10 de junio ya irán en el segundo lugar.
Pero siendo realistas, Meade tiene 33 puntos de diferencia y faltan 31 días para la elección, 28 de campaña; es decir, el ex secretario de Hacienda tendría que crecer más de un punto por día, cuando desde que lo destaparon lejos de subir ha perdido posicionamiento, si recordamos que arrancó en noviembre con 22 puntos.
No quiero decir que los panistas de Anaya ya se resignaron a perder, pero lo que sí tengo bien claro es que no se ve un resquicio por el que esa campaña, por los medios tradicionales, por los políticamente correctos de la pelea.
Y es ahí donde entran los recién llegados a la carrera presidencial, los empresarios, porque lo que inició con Coppel, Herdez, Vasconia, ya alcanzó proporciones dignas de registrarse como una posible estrategia generalizada de los hombres del dinero, pero también del empleo.
Por ahora son además de las señaladas, el poderoso Grupo México de Germán Larrea que emplea igual que Vasconia y Herdez a miles, pero el respaldo que ayer hizo la COPARMEX a éstos, implica que de facto si no todo, sí la mayoría del sindicato de empresarios hará, ha hecho o puede hacer lo mismo.
Pareciera como si los empresarios se dieron cuenta que PRI y PAN cada uno con sus aliados no pudieron con la campaña y le entran al quite para intentar tumbar de la inminente victoria a López Obrador.
Pero además, la IP hasta parece tener el visto bueno, la bandera de arranque de campaña del INE, porque ante las preguntas de los periodistas sobre las cartas y videos donde los patrones de Vasconia y Herdez y más ahora de Grupo México llaman a reflexionar el voto y a advertir los riesgos de que gane un populista, seguro que se refieren a ‘ya sabes quién’, el comisionado presidente declaró que no hay delito que perseguir, porque están en su derecho a ejercer la libertad de expresión.
Es cierto, porque si bien descríbele al dedillo al Peje, no lo citan por su nombre y en tales circunstancias no hay delito.
La campaña de la IP es de hecho la vuelta de la estrategia del miedo que impidió a López Obrador ganar en las dos anteriores intentonas, son ahora los empresarios los que le ponen la etiqueta de que es ‘un peligro para México’ como le calificó la campaña panista en la edición pasada.
¿Van a lograr los de la IP impedir que AMLO sea presidente?, no lo sé, porque por un lado hay millones de empleados que sí pensarán la posibilidad de perder su chamba como se los están intentando vender si gana el tabasqueño, pero habrá que ver si ese miedo se vuelve más fuerte que el enojo nacional contra el PRI y el PAN a los que la mayoría culpa del deterioro de la economía, la seguridad y el desarrollo nacional.
Yo insisto en lo que ya he dicho antes, este país está entrando en una espiral de locura, de una fe ciega en quien tiene todos los rasgos de un dictador populista, de los que al paso del tiempo terminan linchados por el pueblo al que no le pueden cumplir las fantasías que les venden en campaña y que arrastran al precipicio hasta a los que advertían lo que podía pasar.
Meade en Tamaulipas…
En eventos muy controlados, sitios apretaditos para que se viera mucha raza, estuvo ayer en Victoria y el sur de Tamaulipas José Antonio Meade.
Primero en la capital, en la Colonia México con una concurrencia que sin despeinarse acarrea sólo Oscar Almaraz Smer, el alcalde priista que busca la reelección.
Más tarde en otro evento más pequeño con productores vacunos y el evento estrella en el Auditorio Municipal de Tampico, donde ¿qué creen? vino a prometer obras de drenaje y la carretera Tampico-Tuxpan. Ambas cosas que firmó en campaña Enrique Peña Nieto y no cumplió, ambos proyectos debieron estar en el escritorio de Meade como secretario de Hacienda para que soltara la lana y no lo hizo, como no ganará, tampoco habrá que reclamarle.
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