TAMPICO, Tamaulipas.- Desde la noche del sábado localizaron el cuerpo de Berenice Mancilla Mar de 36 años de edad, pero la madre y hermana de la occisa no le avisaron a las autoridades pues sus condiciones psicológicas les hacían pensar que “Bere” despertaría y cohabitaron con el cuerpo.
El calor intenso hizo su efecto sobre la fallecida y los vecinos alertaron a los cuerpos policiacos de la zona sobre que algo extraño estaba pasando al interior de la vivienda marcada con el 1207 de la calle Pedro J. Méndez entre Matamoros y Pánuco de la colonia Nacional.
Los malos olores que se despedían del interior de la pequeña casa- habitación en el sector conocido como Cascajal en Tampico causaron extrañeza entre quienes vivían apenas a un muro de distancia, pues el sitio es una cuartería de renta y el olor a putrefacto comenzaba a llegar a sus casas.
Como si se tratara de una película de terror y extrañados porque domingo y lunes sólo habían visto a dos de las tres mujeres, algunos testigos alcanzaron a ver por la ventana cómo el resto de las habitantes del pequeño cuarto, ‘convivían’ con el cadáver.
Ahí dentro del inmueble en donde los malos olores despedidos por el cuerpo en descomposición impregnaron, cortinas, paredes y muebles, de las tres piezas que conformaban la vivienda.
Martha Arcelia Mar de 73 años y Eunice Mancilla Mar de 42, -madre y hermana de la occisa-, departían, comían y dormían con el cuerpo de “Bere” de quien esperaban que despertara
aunque sabían que ya estaba muerta de acuerdo a lo que informaron a las autoridades policiacas.
Los vecinos alertaron a las autoridades sobre el extraño suceso que parecía basado en una película; al lugar arribaron elementos de la Policía Estatal y Policía Estatal Investigadora para corroborar el deceso e iniciar la investigación correspondiente a estos hechos.
Se desconoce si el fallecimiento de Berenice ocurrió por causas naturales o sobrevino de un acto de violencia provocado en su contra.
Los primeros indicios recabados en el lugar de los hechos por elementos policiacos coinciden en que las tres mujeres padecen de sus facultades mentales por lo que era común que pelearan entre ellas o con quienes se toparan en sus recorridos diarios por todo el sector del Cascajal hasta llegar a la zona centro de Tampico.
Elementos de la Unidad de Servicios Periciales realizaron el levantamiento del cuerpo y traslado al anfiteatro para la práctica de la necropsia de ley y la Policía Estatal Investigadora realizaba las indagatorias correspondientes para el esclarecimiento de estos hechos.