Los altos calores, el poco dinero y la falta de motivación ciudadana traen las campañas políticas en Tamaulipas por las calles de la amargura, según una investigación de mercado donde hubo casos en que los presuntos electores no conocen ni el nombre de los candidatos y mucho menos los partidos políticos que los propone, razón por la cual nos hace presumir que el proceso electoral en puertas será uno de los más bajos en votación de los que se tengan memoria en los últimos años y si a esto le sumamos el poco interés de la prensa hablada y escrita por participar permiten presumir que las casillas estarán muy vacías, salvo que de último momento se compongan las cosas pero lo dudamos mucho.
En fin sea por Dios.
Bueno con decirles que no observamos como en años anteriores publicidad impresa en las calles y postes de los pueblos, el Comité Municipal Electoral ni ruido hace, la gente
nada comenta y el ánimo por sufragar anda por los suelos.
En estas condiciones no damos por el Consejo Electoral de Llera ni un peso partido por la mitad.
Mañana es sabadito lindo, día para que la familia se salga de casa y se vayan a comer al río, razón por la cual los invitamos para que visiten en Llera los muchos atractivos turísticos con que cuenta y entre los que destacan Zaragoza, La Peñita, El Puente, Real de Guadalupe, El Peñón, El Nacimiento y El Sabino Quemado. Palabra, están de lujo.
Pero además podrán saborear la rica y fresca agua miel de la caña de azúcar, el melado, los piloncillos de cacahuate, ajonjolí y natural, pasear en lancha en el río, reventarse un bailazo con música grabada y por supuesto sus cervecitas bien “elodias”.
Palabra, no lo piensen dos veces y vénganse para Llera, el lugar turístico por excelencia en Tamaulipas.
A propósito por ahí nos hicieron saber que el alcalde de Llera Héctor de la Torre Valenzuela trae el proyecto de instalar una “tirolesa” por el rumbo de La Cuesta y el recorrido comprende alrededor de cinco kilómetros por lo que de hacerse realidad este proyecto atraerá bastante turismo al municipio de mis amores y por supuesto representará una rica fuente de dinero que ingresará a la tesorería.
Dicen, a mí no me lo crean pero hay gente que asegura que los viejos de antes enterraban baúles repletos de joyas, pesos de plata y oro por esos lugares de la sierra pero solo ciertas personas podían dar con ellas.
Por mi parte en varias ocasiones le hice la lucha pero nada de nada, pura friega y cero suma de dinero.
Es más siempre se decía que por ahí bajando la cuesta de Llera y ya de noche los que se atrevían a viajar a Ciudad Victoria o de regreso a Llera se topaban con una procesión de difuntos que a medida que caminaban lloraban a moco tendido, razón por la cual mucha gente dejó de transitar de noche por ese lugar y tiempo después se habló bastante de un gallo que de repente salía dentro del monte para atravesarse a los automovilistas. En fin son y siguen siendo decires de la gente, legendarios cuentos de la gente de antes.
Ah, pero lo que sí me pasó es que al estacionarme por el Restaurante San Francisco, carretera Llera- Victoria para comprar unas cervezas y al arrancar noté que en el asiento de atrás se había sentado una dama y al preguntarle que para dónde se dirigía no respondió pero nada más pasando La Alberca desapareció de repente.
Palabra me dio un chingo de miedo, llego a Llera y voy a buscar a don Ramón Báez para platicarle lo que me había pasado, me da un tequila y dice que conmigo ya son varias personas que les había pasado lo mismo. Desde entonces se me quitó la maña de viajar de noche a la capital.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE