Moscú, Rusia.- “Hay que tener en cuenta las amenazas poco veladas que hizo en contra de miembros de la FIFA diciendo que él monitorearía y supervisaría su comportamiento”.
La voz era de John Krishnadath, un directivo de las Federaciones caribeñas que menos peso futbolístico tienen en Concacaf, la de Surinam, pero que este lunes durante el Congreso del organismo puso el dedo en una llaga.
A fines de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recurrió a su incendiario Twitter para lanzar una advertencia que incomodó en FIFA, siempre alerta de evitar que los gobiernos se entrometan en sus terrenos futbolísticos.
“Estados Unidos conformó una candidatura sólida junto a Canadá y México para el Mundial 2026. Sería una pena que países a los que siempre hemos apoyado decidan ir en contra de la candidatura de EE.UU. ¿Por qué deberíamos apoyar a esas naciones cuando ellas no lo hacen? (incluyendo en Naciones Unidas)”, escribió el mandatario.
EN JUEGO, LA INDEPENDENCIA DEL FUTBOL
Desde hace semanas, cuando en la Federación Mexicana de Futbol entraron de lleno en la labor de buscar votos alrededor del mundo, una fuente del organismo relató a Mediotiempo que la combativa imagen de Trump es ligada a la candidatura de Norteamérica y que ello en nada ayuda.
Justo eso se preguntaba en febrero Sam Borden, el periodista que para el New York Times siguió de cerca todos los escándalos del FIFA Gate, desde que la policía esperaba dirigentes por la madrugada en el lobby del lujoso hotel suizo donde varios fueron aprehendidos acusados de corrupción.
“En este momento en particular ¿el mundo quiere darle algo lindo a Estados Unidos?”, se cuestionó, tal como alertó este lunes en Moscú el directivo de Surinam, a dos días de la elección.
Aunque Trump no sería presidente de EE.UU. en 2026 aun si es reelegido para un segundo mandato, su figura ha enrarecido la víspera de la votación, a realizarse durante el Congreso 68 de FIFA, un día antes de la Inauguración de Rusia 2018 y que podría hacer de México el único país con tres Mundiales, aunque solo reciba 10 de los 80 juegos que se disputarán en esa edición.
“Hay muchos elementos que mostrarán si esta elección será una elección donde tendremos alguna presión política o no, y esa es una pregunta real que va más allá de los detalles, es sobre la importancia de la independencia del futbol”, expresó también este lunes el miembro de la Candidatura marroquí, Moncef Belkhayat, tras presentar ante el Congreso de Concacaf el proyecto de su país.
CALCULAR VOTOS, DESLINDARSE DE LA POLÍTICA
Ante ello, la mejor estrategia en ambos bandos parece el deslinde. Así como la FIFA se negó a hacer comentarios sobre el tuit de Trump de hace mes y medio, el presidente de Concacaf, Victor Montagliani, esquivó este lunes los cuestionamientos sobre política.
“Los políticos existen siempre, existen antes, existirán en el futuro y existen en el presente, pero nosotros estamos hablando de nuestra familia del futbol”, dijo el canadiense. “Para nosotros, como liderazgo del futbol, es muy importante que esta decisión sea para la familia del futbol, no para la familia de políticos”.
Hace unos días, el New York Times un pronóstico de los votos prometidos en ambas candidaturas. La de Norteamérica tendría 23 seguros y 1 país extra con intención clara de hacerlo, mientras que a Marruecos le habrían garantizado 17, además de 9 países con tendencia a favorecerlos.
Del resto, 157 votos, no se sabe de intenciones, pero se conocerán este miércoles durante una votación pública, con sufragios electrónicos y seguramente ante la atenta mirada del presidente estadounidense, con su Twitter a la mano.
Con información de Medio Tiempo.