Con dinero baila el perro, frase muy popular dentro de los políticos del siglo pasado, cuando todavía los candidatos se escogían dentro de los ‘dinerosos’, o de aquellos que gozaban de un perfil social bastante bueno, dentro del pueblo que pretendían gobernar.
Entonces la gente salía sin necesidad de presionarla y, cuando mucho, se repartía una torta de huevo con frijoles o chorizo, con su respectiva limonada y cuando bien les iba, recibían un vaso de refresco de cola o del tradicional Bimbo, aquella bebida de singular gusto, cuyo slogan publicitario era “el mejor refresco de sábado a domingo”.
La Coca Cola ya había logrado penetrar en las campañas políticas y en ocasiones, gente como Camacho del poblado El Encino, gustaba cargar un tambo de doscientos litros de limonada en su camioneta, para regalárselas a la gente, otros llevaban tacos de chorizo y frijol, de vez en cuando se repartían tortas de jamón, en fin, el alimento lo ponían los candidatos o su equipo de campaña y, aunque no lo crean, no se repartía dinero entre los acompañantes, pues se iba por gusto y nada más.
La obligación de estos últimos, era la de aplaudir y aventar porras al candidato.
Al finalizar el evento, todo mundo para la casa.
Ah, pero eso sí, al siguiente día por la mañana y sin importar el lugar, la raza platicaba los detalles de la fiesta cívica.
¿Publicidad impresa?.
Cuando mucho, unas cartulinas con la fotografía del candidato, se pegaban con engrudo en postes y paredes de algunas casas, donde sus dueños lo permitían.
No había más.
Los animadores en los bailes, lo eran don Rafael Paz, don Juanito Rodríguez “El del Telégrafo” y Guadalupe Villanueva, después, llegaron Felipe Barrón, Roberto Alanís, Gaspar Roque, Guadalupe Herrera y, actualmente, el que no se pierde una, es el profesor Rosalío Perales, el heredero universal de los primeros seis oradores, de los que en este
párrafo damos cuenta.
Hoy, aunque no lo crean, se le pone a la gente camioneta y carro a la puerta, pero se batalla para sacarla de la casa, si no los apoyan económicamente.
En fin, la política dejó de ser un evento festivo, para convertirse en un evento, si no comercial, poco le falta, pues los tiempos cambiaron bastante y según se observa, así habrá de seguir, sabrá Dios hasta cuándo.
A propósito, pregunto a mis paisanos de Llera:
¿Cuántos candidatos y candidatas andan en busca de la presidencia municipal?
¿Sabe cómo se llaman sus candidatos a diputados federales?
¿Los conocen o en alguna ocasión han platicado con ellos y con ellas?
Creo que sería interesante saberlo.
Para terminar con los comentarios de este día, permítanme invitarlo para que este fin de semana agarre su familia y tiliches, sin pensarlo dos veces, se venga a divertir y bañar en las frescas aguas de los ríos El Guayalejo y El Sabinas, pues estamos seguros que no se van a arrepentir.
La única recomendación que les hacemos, es que se traiga su frasco de repelente, pues el zancudo y el jején, tienen la mala costumbre de chuparles su sangre.
HASTA MAÑANA Y … ¡BUENA SUERTE!