* El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
El tercer debate presidencial pronto dejó de ser noticia ocupando su lugar la decisión de la FIFA en cuanto a que México, junto a EU y Canadá, organicen la copa mundial de fútbol en 2026. Sea que alrededor de 120 millones de paisanos comparten esta alegría con empresarios y negociantes del balompié. (“La raza” dice que también debieran participar de las ganancias, al menos recibiendo servicios públicos).
No podía ser menos la felicitación del presidente Peña Nieto hacia los dueños de los equipos convertidos sin duda, en auténticos estrategas de la enajenación que tanto valora la política “institucional”.
Lo cierto es que los mexicanos que nacerán hoy, dentro de ocho años sentirán el orgullo de ofrecer al mundo una fiesta similar a la que desde este jueves dirige Putín, el presidente ruso. Y pue-que hasta nos salga mejor. (Hasta ha de creer).
En cuanto al debate algo tendrá rescatable. Entre lo más sórdido estarían las amenazas del candidato panista contra el supremo gobierno y quienes lo representan que algunos analistas sitúan como parte del estado anímico de alguien que, sabiéndose en riesgo de perder hasta lo más preciado que es la libertad, lanza sus últimos golpes arrinconado entre las cuerdas.
Es una situación grave la del joven Anaya y más lo será después del primero de julio por lo que no es difícil adivinar pondrá “pies en polvorosa” alejándose del enojo causado por su osadía.
Existen diversas especulaciones respecto del rompimiento con el régimen federal y tal vez la más cercana tenga que ver con la dureza del lenguaje de campaña que en algún momento se excedió en el afán de ganar puntos y espacios.
Y es que cuando el queretano prometió aplicar la justicia señalando nombres y apellidos no midió el terreno. En este sentido imposible enfrentarse al poder personificado en quienes aun disponen de más de cinco meses “para hacer valer la institucionalidad”.
En ocasión del último debate, Anaya arremetió contra todos, como si tratase de imitar a Bruce Lee en alguna de sus batallas, solo que el actor lo hizo en el terreno de la fantasía cinematográfica y el abanderado panista en una realidad donde está en juego la supervivencia del sistema que significa todo para los dueños del país.
Son tiempos que por la misma razón, la política no perdona. Y aquí es claro que Ricardo se sobrevaloró aconsejado quizá por una imprudencia que le podría marcar el resto de su
vida.
El asunto es que el debate presidencial ya no es tema ni en la fila de las tortillas. Esta tercera edición mostró que atacar no siempre es la mejor estrategia y menos cuando se pretende flechar al sol. ¡Ah, bruto!.
DESPILFARRO SIN IMAGINACIÓN
Por otra parte, lo que hemos visto durante las campañas en todos los niveles es total carencia de creatividad. Y eso que se trata de convencer cuando menos al cincuenta por ciento del electorado que acostumbra cumplir con su deber.
Ya sabéis que a la otra mitad del padrón electoral simple y llanamente le importa una pura y dos con sal. Recordad que por lo general los gobernantes son electos más o menos por la cuarta parte de la lista general. La otra cuarta parte se reparte entre “el pedacerío”. (Dicho sea sin deseos de ofender).
Falta imaginación en las campañas digo, porque los candidatos aburren y en muchos casos crean animadversión ciudadana. Su publicidad basada en el ruido, molesta y contamina, además de los escándalos como ingrediente aparte. Y no digamos sus actitudes grotescas y falsas que los acercan a la hipocresía. Y ni modo que sea invento.
Desde luego que los recursos oficiales entregados generosamente para tales efectos van a dar literalmente a la basura ante la indignación de los contribuyentes impedidos para hacer algo al respecto…usted y el escribidor estaremos de acuerdo en que, ¡son ingaderas!.
Lo anterior es razón más que suficiente para cancelar subsidios a los partidos políticos. Ojalá y en el México que se abrirá al futuro después del primero de diciembre, este asunto sea considerado con la seriedad a que obligan los sesenta millones de mexicas que desearían mitigar su hambre con los 15 mil millones de pesos gastados ahora mismo en campañas políticas.
SUCEDE QUE
El regidor Fernando Arizpe García está convertido en auténtico defensor de los derechos civiles en la capital del estado. Es una voz que reclama y propone y que ojalá fuera escuchada con cuidado. Es por el bien de los victorenses.
Por otra parte, los fundamentalistas enemigos de AMLO (incluido a empresarios y ciertos “analistas” y medios de comunicación) se van convenciendo de que no habrá otro triunfador el primero de julio, aunque para ellos lo más humillante será llamarlo “señor presidente”. ¡Órale!.
Y hasta la próxima.