MÉXICO.- Por cuarto día consecutivo, el peso continuó su caída libre frente al dólar estadounidense ante una mayor aversión al riesgo en los mercados globales, los cuales buscaron refugio en el billete verde.
En sucursales bancarias, la divisa norteamericana se ofertó en 21.14 pesos, mientras que a nivel interbancario se cotizó en 20.82 unidades, es decir, 0.12% más caro que el pasado miércoles, según datos del Banco de México.
Las presiones al alza para el tipo de cambio se deben a una combinación de diferentes factores.
Por un lado, señaló el análisis del Banco Base, el mercado siguió asimilando la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed), que en la víspera incrementó su tasa de interés en 25 puntos base a un rango entre 1.75 y 2.0%, ante la fortaleza que la economía estadunidense ha mostrado en meses recientes.
Cabe recordar que la Fed también modificó sus expectativas de alzas en la tasa de interés, mencionando la posibilidad de realizar cuatro incrementos en el año, en lugar de los tres considerados en reuniones previas. Asimismo, la demanda por dólares en el mercado cambiario aumentó, luego de que las preocupaciones sobre el futuro del crecimiento económico global se incrementaron ante la posible desaceleración de la economía de China.
Guerra comercial
La aversión al riesgo también incrementó debido a que durante la sesión se reavivaron los temores por el desarrollo de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, luego
de que se anunciara que este viernes 15 la Casa Blanca podría publicar una lista de productos importados de China a los que impondrá aranceles.
“Ante esto, no se descarta un incremento en las tensiones comerciales entre las dos principales economías a nivel global, pues el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que el progreso obtenido en las conversaciones con la administración estadunidense se perderá si se decide aplicar nuevos aranceles a productos provenientes de su país”, señaló el Banco Base.
Un deterioro en el escenario de comercio global, advirtió, podría elevar la demanda por activos libres de riesgo y divisas refugio, mientras que las divisas emergentes, como el
peso mexicano, podrían observar mayores depreciaciones en los siguientes días.