RUSIA.- El Mundial no pudo tener un mejor inicio, que con una goleada por 5-0 de Rusia sobre Arabia Saudita, que desde el primer minuto demostró que estará peleando por ser uno de los peores equipos del torneo, pues no tiene calidad para pelear.
La fiesta del fútbol comenzó un tanto floja, pero conforme pasaron los minutos y la confianza de los rusos fue mejorando, los locales alcanzaron a salvar un partido, que en el resultado, aparenta algo que no fue dentro del campo, pues el espectáculo fue mínimo y de no ser por la debilidad de los sauditas, el cuadro local no habría podido brillar tanto, como lo hizo.
Los rusos fueron amos y señores del partido, se aprovecharon de las carencias del rival, pero les faltó ese último toque que pudo hacer de este partido, una verdadera goleada de escándalo.
Sólo 11 minutos le bastaron al equipo de Stanislav Cherchesov, para ponerse adelante en el marcador. Una jugada a balón parado, fue la que originó el primer tanto del partido y del torneo, gracias a un testarazo de Iury Gazinsky. La inauguración parecía tener un olor a una noche histórica para las estadísticas, pero el conjunto local cayó en las
ansias de querer hacer muchos goles y les faltó esa tranquilidad, para poder definir dentro del área.
Cerca del final del primer tiempo, Cheryshev, una de las figuras del fútbol ruso, por lo que ha mostrado en España, se consagró con un golazo al definir con potencia dentro del área, aprovechando las debilidades de la zaga saudita.
El conjunto árabe nunca existió sobre el terreno de juego, no tuvo ninguna jugada de peligro sobre el arco local y eso originó la desesperación de su técnico, Juan Antonio Pizzi, que prefirió ya ni siquiera salir a dar indicaciones en el segundo tiempo, y solo ver el juego desde el banquillo.
La afición pedía más goles, sobre el campo veían cómo eran ampliamente superiores al rival y, por eso, animaron a sus jugadores a buscarlos y, la tercera anotación, fue otra conjugación de talento ruso con carencia saudita y Artem Dzyuba, con la cabeza puso el tercero en la frente del rival.
Un golazo de Cheryshev sobre el final del partido, puso el cuarto. El canterano del Real Madrid dio otra probadita de lo que puede hacer con el balón en los pies, al ponerlo en el ángulo superior izquierdo de la meta contraria.
Cuando parecía que así terminaría el encuentro, en tiempo de compensación Aleksandr Golovin, puso el quinto que consumó la goleada.